miércoles, 30 de diciembre de 2009

¡Otro año que se va!

Nunca hago balances, pero hace unos días me preguntaron cómo había sido mi año.

Veamos:

-Incursioné en la danza jazz.
-Me compré un auto. Más importante, aprendí a manejar. Me sentí adulta.
-Canté mucho y un poquito mejor que antes. Canté sola. Canté cosas nuevas. Canté y bailé. Canté en distintos lugares.
-Estuve en un par de ciudades/pueblos que no conocía.
-Me gané unas entradas al cine, fui con un grupo de amigos, comimos porquerías y nos reímos y hablamos en voz alta durante toda la película.
-Conocí gente linda.
-Hice mountain bike en las Altas Cumbres.
-Fui a cumpleaños, casamientos, citas, asados, reuniones de 3 personas y fiestas de 3500, en los que comí, tomé, bailé, canté, hablé y me reí.
-Recibí regalos que no esperaba.
-Tengo una casa más grande.
-Una nena de 5 y un nene de 3 me hicieron dar cuenta de que no todos los niños son insoportables. Es más, algunos, como ellos, pueden ser adorables.
-Recuperé el contacto con algunos parientes que están lejos.

Pareciera que no hubo cosas malas. Sí que las hubo, pero no importa, ya pasaron.

Gracias por haberme acompañado y espero encontrarlos nuevamente el año que viene. Les deseo felicidad, salud, colores, música, mañanas de sol, siestas de lluvia en la cama, tardecitas con cerveza y noches de asado con amigos.

¡Feliz inicio de año y felices vacaciones!

lunes, 21 de diciembre de 2009

Navidad

Cuando encontré esta imagen la guardé para utilizarla en esta época, pero me temo que tuve que modificarla.

Odio la Navidad más o menos desde los quince años. Ya había crecido lo suficiente como para no recibir más regalos, mis primos se fueron a otra ciudad, y nunca tuve la suerte de que un novio/chongo me durara lo suficiente como para que me hiciera compañía durante o después del brindis, por lo que las fiestas empezaron a ser para mí más un sinónimo de soledad y depresión que un motivo de alegría.

Pero este año no sé qué me pasa. No me molesta que los negocios estén decorados con guirnaldas, estoy todo el día tarareando "Oh holy night", tengo ganas de desearle felices fiestas a todo el mundo, y gasté más de $100 en adornos para el arbolito, que no se armaba desde no recuerdo cuándo. ¡Hasta estoy pensando en qué regalos comprar, yo, que jamás hice un regalo de Navidad! Y lo más raro de todo, es que no estoy deprimida.

¿Me durará hasta el 31?

viernes, 18 de diciembre de 2009

Analógicos

Me desesperan las personas jóvenes (digamos, entre 20 y 30 años), profesionales o estudiantes, de clase media o media alta, que no tienen mail, o que si tienen lo revisan una vez al mes, que necesitan ayuda hasta para abrir Word, y que dicen frases como "la tecnología no es para mí", "no entiendo qué es eso de Facebook", "no sé cómo pasar las fotos por mail", "no me gusta la computadora".

Come on, estamos en el siglo 21, dejemos esa actitud para mi abuela de 80 años!

viernes, 11 de diciembre de 2009

Fiestas de disfraces (y de las otras)

Mañana tenía una fiesta de disfraces, que afortunadamente se canceló. Todos están molestos, menos yo, que estoy aliviada. No tenía ganas de disfrazarme. No me gusta disfrazarme, a menos que sea para subirme a un escenario.

Las fiestas de disfraces de adultos son patéticas. Muy. Cuando uno está adentro se divierte, pero vistas desde afuera dan vergüenza propia y ajena. En unas cuantas ocasiones decidí que la masa no iba a imponerme sus costumbres estúpidas, y concurrí a una fiesta de pelucas sin peluca, a una fiesta de antifaces sin antifaz, y a un festejo de la primavera para el cual todas mis compañeras se habían puesto medias de distintos colores y atado dos colitas, con el uniforme del colegio y el peinado bien pulcros.

Pero descubrí algo más triste: cuando alguien va sin disfraz a una fiesta de disfraces, queda muchísimo más ridículo que todos los demás juntos y que uno mismo si se hubiera disfrazado. Así que el año pasado para esta época me uní a la manada, me calcé el sombrero vaquero, y hasta aparezco en una innumerable cantidad de fotos posando feliz junto al preso, el romano y la abejita.

Este año no tenía ganas de hacer nada de eso, por lo que había altas probabilidades de que me quedara en mi casa. Por suerte, el universo esta vez estuvo conmigo y me salvó de tener que inventar una excusa verosímil para justificar mi falta.

Mas no todo es sencillo en esta vida. La fiesta de disfraces fue reemplazada por otra reunión, cuya invitación reza: "traigan algo para beber". Acá me encuentro en otra encrucijada. Como yo no tomo alcohol, cuando hay que llevar bebidas yo llevo gaseosas. Pero a esta edad, caer con una coca a una fiesta me hace sentir como si estuviera entrando a una americana* de los años '80. Por otra parte, si llevara alcohol, ¿por qué tengo yo que pagar para que tomen los otros? ¿Y qué tomo yo si tengo sed?

Okay, it’s definitely me. **

* Espero no haberme equivocado de palabra. Según creo recordar, una americana era una fiesta (para niños o adolescentes) que se realizaba en una casa, a la que por ej los chicos llevaban la comida y las chicas las bebidas.

** De un capítulo de "The Big Bang Theory". Después de tener problemas con varias personas, Sheldon se da cuenta de que el problemático es él.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Flaca

A diferencia de la mayoría de las mujeres, no tengo conflictos con la gordura. Al contrario, siempre fui muy flaca, por lo tanto odio que haya tanta comida diet, odio los gimnasios, odio que las mujeres vivan hablando de hacer dieta, de cuidarse, de que la ropa no les entra, etc.

Pero lo que más odio me da, lo que realmente me enfurece, es que me digan "¡qué flaca que estás!", "¿me parece o estás más flaquita?" y demás variantes, las cuales sonarían halagadoras para cualquier mujer, pero a mí siempre me las dicen en el sentido de estásenfermatenésquecomernoserásanoréxicanopuedeserqueseastan flacatenésquealimentarte.

Hace algunos años llegué a pesar 44 kg. Estaba enferma (de la cabeza) y no podía comer. Tenía un nudo en la garganta y vivía nerviosa, y aunque quería engordar, comer bien, alimentarme, no podía. En esa época escuchaba el "estás muy flaca!" constantemente, y me daba mucha bronca, porque además de decirme algo obvio, por más que lo intentara y me dijeran "comé, comé, comé" 800 veces al día, no podía hacerlo. ¡Estaba enferma! ¿Por qué nadie me entendía?

Superada esa etapa, felizmente alcancé unos saludables 51 kg, mucho más interesantes que los 47-48 que pesaba antes de enfermarme. Sin embargo, hay gente que insiste en que estoy "muy flaca", o cada vez que me ven me preguntan, preocupados, si estoy más flaca que antes.
¡Yo estoy feliz porque ahora estoy "gorda" y los (las) demás quieren seguir creyendo que estoy anoréxica! ¡Tantos años haciendo el esfuerzo por engordar, y cuando por fin lo logro, nadie se da cuenta! El culo ya no me entra en los pantalones, y siempre, siempre, siempre, hay alguien que me ve más flaca.

Consejo: vayan a hacer su dieta y no proyecten en mí conflictos con el peso que, por suerte, hace tiempo dejé de tener.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Under pressure

Traducido: soy tan vaga (o estoy tan repodrida de estudiar) que hasta que no me ponen la pistola en la cabeza no muevo un dedo. Es por esto que algo que tuve aproximadamente 8 meses para hacer, lo hice entre el lunes y hace unos minutos, fecha límite para la entrega.

A mi favor puedo decir que no es muy motivador que en una de las materias, para decidir si en Argentina es factible abrir una sucursal de determinada empresa, los datos estadísticos proporcionados correspondan al censo de 1991.

Si la universidad no se pone las pilas, yo tampoco.



Je.

martes, 3 de noviembre de 2009

Virgo

Leido por ahí:

(...)El matrimonio no es el estado natural para los seres de Virgo(...).

Mucha gente de este signo,(...) pueden llevar una vida de célibes con mucha mayor facilidad que cualquier otro signo solar, (...). Si el destino decreta "vivir solo", Virgo está dispuesto a aceptarlo sin demasiadas nostalgias ni traumas emocionales, de modo que por el mundo hay muchísimos Virgo solteros.


Puede pasar largo tiempo sin sentir necesidad acuciante de tener una pareja permanente.

Lo más triste de todo esto es que es completamente cierto.

¿Alguna ariana o escorpiana (o lo que sea) que quiera cambiar de signo conmigo por un tiempo?

martes, 20 de octubre de 2009

Quémese antes de leerse (y si no se lee, mejor)

Ayer, súbitamente me vino a la mente algo que tenía olvidado. Hace muchos años, dejé al cuidado de cierto individuo, el historial impreso de meses de conversaciones por chat con dicho sujeto (no eran precisamente conversaciones sobre economía o religión). Me daría muchísima vergüenza volver a leer todo eso.

Me pregunto si esta persona habrá tenido el buen gusto de tirar todo a la basura hace rato ya, o si todavía lo conserva y cada tanto lo saca para releer (lo cual no hablaría muy bien de su salud mental).

Y, fundamentalmente, espero que no se lo haya mostrado a nadie.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Ley de Murphy

Estoy harta de que cada vez que lavo el auto, al día siguiente llueva.

jueves, 8 de octubre de 2009

Granbys

Todavía no me decido:

a) Soy muy vieja.
b) Tengo muy buena memoria.
c) El tiempo pasa a una velocidad tan vertiginosa que lo que yo creía que ocurrió hace 5 años en realidad fue hace 20.

La cuestión es que ayer charlando con tres personas de 22, 24 y 26 años, mencioné los "Granbys", y ninguno de los tres sabía de qué les estaba hablando. Me hicieron sentir como si les estuviera contando de una publicidad que vi en la Gazeta de Buenos Ayres de Mariano Moreno. No sé, creo que tendrían que acordarse. Además la juventud no es excusa para la ignorancia.

Igual, sigo con la duda, ¿tanto hace que no se ven los Granbys?


miércoles, 7 de octubre de 2009

Extremos

Ni tanto...

-En una de esas infames páginas para buscar pareja (la única que todavía mantengo activa no vaya a ser cosa que el príncipe azul me busque por ahí y yo justo me di de baja), me contactan solamente tipos de entre 40 y 55.

- Un compañero de trabajo me pregunta "¿te interesaría conocer a un muchacho (sic) de 50 años?" Dice que es "un dandy" y que me lo "ofrece" porque yo soy "extremadamente madura" y sabe que los pendejos no me van. Le dije que todo bien, pero que también quiero un cuerpito joven.

Ni tan poco...

- Como parezco bastante más chica, las pocas veces que levanto en un boliche o algo así generalmente es un sub-23. Por suerte se espantan rápido cuando se enteran de mi edad.

- En el cumpleaños de una amiga me empezó a "acosar" un mocoso, compañero de trabajo de ella, que tiene entre 23 y 25 años. La próxima me dibujo unas arrugas. A pesar de que le corté el rostro lo más que pude, me agregó al chat. Palabras de mi amiga: "es muy pendex, pero con unos añitos más podría ser, tiene tu onda".

Y ahora me encuentro chateando con el imberbe, como para ver "qué onda". Prefiero un sex toy. Veterano ya tuve y no pienso reincidir.

martes, 6 de octubre de 2009

¿A vos no te pasa...

... que tenés que ausentarte un rato largo de la oficina, y decís "guardo la cartera bajo llave", y guardás la cartera, le ponés llave al armario, pero dejás la llave puesta?

... que tenés un sobre con dinero que te dio tu jefe para pagar varias cosas, y que cuando salís a almorzar decidís guardarlo en el cajón, cerrás el cajón con llave, te llevás la llave, y cuando volvés te das cuenta de que nunca guardaste el sobre en el cajón?

A mí sí me pasa :(

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Shall we dance?

Si hay una actitud que detesto (por sobre muchas otras) en los eventos sociales donde hay baile, es que, estando sentada, vengan a insistirme para que me levante a bailar.

Yo misma cuando estoy bailando me estoy divirtiendo, y me importa un rabanito si el que está sentado es un amargo, tiene cara de culo o callos en los pies. Yo hago lo mío y dejo que los demás hagan lo suyo.

Por eso me molestan mucho las personas que se empeñan tanto en sumar a otros al baile. ¿No pueden entender que me aburrí de bailar reggaeton (bueh, si podemos llamar "bailar" a mis inútiles intentos de moverme al ritmo de dicha música) una hora seguida? ¿O que estoy acalambrada por culpa de 10 cms de taco? ¿Por qué suponen que uno debe estar bailando toooodo el tiempo y que eso es divertido? Si para mí es más divertido sentarme a ver cómo bailan los demás o si prefiero emborracharme con la bebida que haya más a mano, ¿por qué no me dejan?

A veces, para que no me odien tanto, cuando alguno de estos personajes se acerca a mí estirando las manitos, suspiro, me levanto, revoleo los ojos para arriba, y le concedo el deseo. Y nunca me siento tan incómoda conmigo como en esos momentos.

Blonda, hace más o menos un año, en un comentario me dijo "a esta altura, ya no hago nada por obligación", que pienso traducir como "bailá vos y dejame de romper las pelotas" la próxima vez que tenga que padecer una de estas situaciones.

Siempre tan simpática, yo.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Viernes

Estar somehow deprimida/triste/enojada; tener la cabeza quemada por un trabajo tedioso que estoy haciendo; al salir de aquí tener que ir a comprarme ropa que no me quiero medir para usar en un evento en el que hay grandes posibilidades de aburrirme; pensar "qué bueno, al menos puedo ir cantando en el auto" y darme cuenta de que absolutamente toda la música que tengo es para cortarme las venas, no es el mejor escenario para un viernes por la tarde, por más primavera que sea y sol radiante que haya.

lunes, 21 de septiembre de 2009

¿Cuánto falta para el invierno?

Todo bien con la primavera, me encanta, me pone de buen humor (que no es poca cosa), pero siendo las 11.45 de la mañana, los saluditos de "feliz primavera" ya me pusieron la paciencia por el piso.

Está bien que últimamente ando en vieja quejosa mode ON, pero ¿por qué se supone que hoy debe ser un "feliz día"?

Sólo espero que los noticieros y demás programas no se pongan muy densos con el "La primavera/ la sangre altera" de The Sacados (my gosh, qué antigüedad).

¡Y encima estoy resfriada!

miércoles, 16 de septiembre de 2009

"Cosas que odio de (la gente que usa) Facebook" o "Cosas que odio de la gente (que usa Facebook)"

Para los que opinan que Facebook es una p*lotudez, les aviso que Facebook no es más que una vidriera en el que queda expuesta a la vista de todos la p*lotudez del que lo usa (o la inteligencia, según el caso, pero de esos hay pocos).También la hipocresía, la falsedad, la maldad, y otras miserias del ser humano, pero la primera es la que más sobresale.

Particularmente me pone los pelos de punta:

- Que no me respondan. No entiendo por qué hay gente que solicita mi "amistad" o acepta mi solicitud, y nunca me dirige la palabra, ni siquiera para devolverme el saludo. Si, ya sé, porque no les importo un carajo; de otra manera nos veríamos en persona en vez de esta ridiculez virtual. Pero aunque sea virtualmente, una mínima interacción debería haber, como para justificar los bytes que ocupa la caripela del fulano en cuestión en mi lista de "amigos". Y no me vengan con que "no entro nunca", porque si tienen tiempo para leer la galleta de la fortuna y hacerse fan de romper los globitos de las bolsas de plástico, bien podrían tipear seis letritas y agradecerme la molestia que me tomé en escribir un saludo de cumpleaños que hasta fue sincero y todo. Estos son candidatos firmes en mis rondas eliminatorias.

- Que me envíen conejitos, corazones, potus, o invitaciones para hacer tests sin sentido como "de qué equipo sos?" o "cuál es la inicial del nombre del amor de tu vida?", sobre todo cuando el que me envía dichas inmundicias es el mismo que no agradece mi felicitación o no contesta una pregunta que le hice.

- Los que donde dicen "citas favoritas" ponen "a la luz de la luna" o "una cena romántica". ¡Imbéciles! ¡Y cursis! Aunque pensándolo bien, seguro que estos idiotas el único libro que leyeron (con suerte) es El Principito, así que antes que "lo esencial es invisible a los ojos", prefiero "donde sea pero con mi gordito".

Alguien que se lo toma con humor.


- Los que agregan gente desconocida. Ya una vez hablé al respecto. El que no me conoce y que ni siquiera me escribe una línea explicándome por qué quiere ser mi amigo sencillamente no tiene cerebro. El que acepta este tipo de solicitudes, tampoco. Y como táctica de levante me parece paupérrima.


-Los que tienen mi apellido. A menos que sean primos lejanos muy ricos que quieran dejarme una herencia importante o en su defecto invitarme a pasar tres meses en Italia, no me interesa contactarme con alguien que lo único que tiene en común conmigo son dos letritas.

-Los que no ponen el año del nacimiento. Estos no quieren que los otros piensen que son viejos, pero logran el efecto contrario. Son los Mirtha Legrand del Facebook. Además en las fotos se nota que están hech@s bosta, así que lo mismo da.

-Los tests. No me molesta tanto el hecho de que alguien haga un test (yo he completado más de uno...) pero sí que sea para lo único que usan Facebook y que encima los resultados de los mismos aparezcan en mi pantalla. ¿Alguien sabe cómo configurar para no tener que ver nunca más esas estupideces?


Igual a facebook lo re banco.


Post para que Blonda se siga riendo un rato más.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Hablando de regalos...

El viernes fue el día de la secretaria. Este año la empresa se jugó y nos regaló una cadenita de oro con la inicial (muy superior a los alfajores Havanna del año pasado). Aparte de eso y de unas flores u otras cositas que nos pueden mandar clientes o proveedores, se supone que el regalo más importante proviene del jefe directo.

Una de las desventajas de tener un jefe extranjero y que no le importan demasiado las convenciones sociales, es, por ejemplo, que te regale un rimel de pestañas al día siguiente, luego de haber visto a las otras chicas que habían recibido anillos, perfumes, bombones y demás artículos interesantes. Esto ocurrió el año pasado.

En esta oportunidad, se acordó a tiempo (digamos, media hora antes, mientras veía las efemérides en el noticiero de la mañana) y llegó con un regalo. Pero ya he contado que no tengo suerte con los regalos (acá y más recientemente acá.)

Como para que se den una idea, hago la comparación con mis compañeras:

Lau: cartera.
Vero: anillo de oro.
Yo: frasco de Nutella*. Mal envuelto en un papel usado. Adentro de una bolsa que dice "Artesanías La Pindonga - Punta del Este"

Nutella=Relleno de bombones Ferrero Rocher

viernes, 4 de septiembre de 2009

El fantasma de Mary Ingalls

Hay un capítulo de "La familia Ingalls" en el que Mary, la hija mayor, después de un tiempo de usar anteojos, se despierta una mañana a los gritos porque se ha quedado ciega.

Desde entonces, por supuesto, empecé a tener miedo de quedarme ciega. A veces, cuando me despertaba, antes de abrir los ojos pensaba qué iba a decir o como reaccionar si no veía nada. El temor se intensificó cuando me recetaron anteojos a los 12 años.

Aunque ya no tengo ese terror infantil, no me olvido de Mary Ingalls, y por eso, para mí ir al oculista es peor que ir al dentista para que me saque una muela de juicio.

Hace un par de semanas que veo unas lucecitas medio extrañas, y recordé el consejo que siempre me repite mi doctor "si ves luces con los ojos cerrados consultame inmediatamente porque puede ser un problema en al retina". Mamita. En este caso las luces las veo con los ojos abiertos, pero es mejor prevenir que despertarme un día y que me pase lo de Mary.

Después de posponerlo por mucho tiempo, ayer fui a consulta. Me dilató las pupilas hasta parecer un animé, pero está todo normal, incluso las lucecitas (es normal que los miopes veamos lucecitas). De la emoción de saber que no voy a quedarme ciega casi me largo a llorar.

Y una recomendación final: no puedo tirarme de cabeza a la pileta (no sé nadar) ni cabalgar (al único caballo que me subí fue a uno de la calesita). Tengo ojitos para rato.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Regalo

Ayer me regalaron un voucher para una sesión de masajes descontracturantes. ¡Qué bien me vendrían! Pero el lugar donde los hacen me queda tan lejos que tengo dos opciones:

-Contracturarme nuevamente manejando los 45 minutos de regreso.
-Ir en taxi y gastar más de lo que cuesta la sesión de masajes.

¿Qué es peor, no recibir nada o recibir un regalo inservible?

Segundo regalo inútil que recibo en la misma semana, por lo menos al loro de piedra lo puedo usar de adorno(feo, pero adorno al fin).

jueves, 27 de agosto de 2009

30

-Hoy cumplo años.

-Todos los 27 de agosto me siento un tanto incómoda porque no me gusta ser el centro de atención. Y además tengo que hablar con parientes que no veo nunca.

-Miro para atrás y me parece que desperdicié mis mejores años. No hice nada importante, trascendental, relevante o interesante.

-Y, ya lo dije, todavía me creo que tengo 18, ¿cuándo voy a madurar?

-Los dos años precedentes me quise hacer la popular y fiestera y organicé sendos eventos, el segundo mucho menos exitoso que el anterior. Este año, fiel a mi personalidad virginiana, no pienso hacer nada.

lunes, 24 de agosto de 2009

¿Se puede ser más estúpida?

Me invitaron a pasar un fin de semana en Buenos Aires y todavía no me decido a aceptar porque viajar en avión me produce algo muy parecido a un ataque de pánico.

viernes, 21 de agosto de 2009

Tengo un problema

Siempre fui una alumna aplicada. En todas las actividades educativas de mi vida fui (o al menos intenté ser) la mejor alumna. No sólo por sacarme buenas notas, sino también por prestar atención en clase, hacer todas las tareas, ser prolija y ordenada, etc.

Hace un año y medio tengo un trabajo que me deja bastante tiempo libre, y a varias personas (entre ellas, yo) se les ocurrió que sería una buena idea que aprovechara ese tiempo para estudiar algo. Las horas se me pasarían más rápido y al final del cursado tendría otro título que complementaría al anterior, y que me ayudaría a escalar de "mono que sirve café" a "persona que puede pensar".

Así fue como a los 28 años me encontré nuevamente en el rol de alumnita aplicada. Me duró poco. Tarde me di cuenta de que llega un momento en la vida en el que hay que dejar de estudiar (y más sabiendo que los estudios anteriores no me sirvieron de mucho). Lo que al principio parecía simple, se me complicó con "Finanzas" y otras tres materias que son un pain in the ass y que debo rendir, por lo menos para justificar el dinero invertido (pienso que lo que pagué ese curso choto es la mitad de lo que cuesta una notebook y me quiero ahorcar con el espiral de los apuntes).

El problema es el siguiente: no puedo concentrarme para estudiar o hacer los trabajos prácticos. La fecha de entrega está cada vez más cerca, y las materias no son de esas que tres días antes me siento y sanateo cualquier cosa. Tengo que de verdad estudiar, analizar, resolver problemas. Y las quiero rendir. Y ya dejé pasar las otras fechas de entrega, así que estoy al límite.

Y replanteo el problema: no quiero concentrarme para estudiar. Busco cualquier cosa para hacer antes que abrir el odioso PDF que contiene palabras como "activo", "intereses" o "liquidez". Además de las ineludibles tareas laborales, prefiero ocupar el tiempo que debería ser de estudio en actividades tan inútiles y ridículas como leer el diario, buscar maneras de ver Facebook aunque esté bloqueado, leer una novela de John Grisham, aprender partituras de madrigales ingleses, leer reviews de episodios de distintas series, hacer listas de compras, leer y comentar decenas de blogs ajenos, escribir decenas de pavadas para el blog propio, y cualquier cosa que empiece con "leer". ¡Y gracias al cielo que me bloquearon YouTube (y que todavía no descubrí cómo desbloquearlo)!

Los fines de semana la situación no es mucho más alentadora. Si bien la presencia de intenet no es tan fuerte (de 9 horas por día se reduce a 2), siempre encuentro algo para ver en televisión, y si los hados estuvieron de mi lado y voy a salir, la mitad del día me la paso arreglándome, y la mitad del día siguiente descansando de la salida. Y los libros siguen juntando pelusa.

Hoy, como cada viernes, digo que el lunes empiezo. Nunca aclaré qué lunes. Capaz que para el 9 de noviembre si tengo suerte ya leí y vi todo lo que me interesa y estudiar sea una buena idea para pasar el tiempo.


jueves, 13 de agosto de 2009

Pregunta

¿Llorar desesperadamente con una película que trata sobre madres, embarazos y bebés será señal de que, finalmente, y como me han vaticinado, me está llegando el momento ese en que la cabeza hace "clic" y voy a querer tener un hijo?

Espero que no.

Y encima a mi mamá se le ocurrió decir que tiene ganas de un nieto.

viernes, 7 de agosto de 2009

Día del niño

En esta oportunidad, y aprovechando la festividad (¿?) que se avecina, quiero compartir con ustedes algunos recuerdos de la niña que una vez fui.

Advertencia: si usted, lector, tiene menos de 25 años, probablemente no entienda una goma de lo que estoy hablando.

Ahora sí, sintonicemos Retro y disfrutemos del episodio de hoy, "Los juguetes que nunca tuve":

Barbie

El cargo de conciencia que le generó a mi mamá el no habérmela comprado persiste hasta el día de hoy. Me acuerdo de su respuesta cuando se la pedí: "No, cómo te voy a comprar esa muñeca tetuda" (sic). La Navidad siguiente le regalaron a mi hermana una Barbie Cristal. Cuando fui a preguntar por qué a ella sí y a mí no, mi mamá no recordaba el argumento antes mencionado. Prometieron regalarme una Barbie para el día del niño, pero para ese entonces quería una flauta dulce (en realidad, quería las dos cosas). Finalmente salí ganando, porque tuve mi flauta y una Marcela en lugar de la Barbie, indicio de que mi incipiente nerditud musical era más importante que tener una muñeca de marca.

Papeles de carta


No sé para qué servían, para mandar cartas seguro que no. Pero a la salida del colegio todas las chicas desplegaban esas hermosas hojas dentro de las prolijas carpetitas y a mí se me hacía agua la boca. En tercer grado le robé dos de estas hojas a mi compañera de banco, pero al día siguiente se las tuve que devolver (en realidad, las tiré al piso y le dije "se te cayó algo") porque mi mamá me dijo "bueno, mañana le voy a preguntar a Laura si es verdad que te las regaló". Nunca más robé. Tiempo después se me ocurrió "diseñar" papeles y sobres. Pero obviamente los mamarrachos daban vergüenza y no las podía mostrar en público, así que los usaba para jugar sola en casa.

Pin y Pon



De todas las versiones que había de estos a la sazón populares muñequitos (la casa, la carroza, el circo, el parque de diversiones), la más chota, y por ende, más barata, era el camping. Adivinen cuál me regalaron a mí. Pero por lo menos eran los originales.


Álbum de figuritas

La movida marketinera de la época (1989 circa) era repartir álbumes a la entrada de los colegios, para que después los chicos tuvieran que comprar las figuritas. Como yo llegaba tarde todos los días, nunca me pude hacer acreedora de tales regalos (si no hubiera sido por los de Ositos Cariñosos y de Frutillitas que me compraron mis padres, no sabría lo que es un álbum). El que más recuerdo es el de Clave de Sol; yo me conformaba con las figuritas repetidas 150 veces que mis compañeras me regalaban en lugar de tirar a la basura. Yo no sé para qué las quería si no tenía el album.


Cartuchera con combinación


Fanática de escribir, de los papeles y los lápices, lógicamente también era fanática de las cartucheras. Una de las que más me gustaba era la cartuchera con imán y combinación, una especie de caja fuerte en miniatura. Éstas eran tan codiciadas que no me las prestaban ni para mirar, así que exactamente nunca pude saber cómo funcionaban. Mi sucedánea era muy fea, turquesa con el dibujo de una rana, y tan chica que no me entraban todos los lápices. De la combinación ni noticias. Pero la debo haber querido mucho, porque -20 años después- puedo recordar exactamente la textura del plástico, la disposición de los compartimentos, y el sonido del imán al cerrarse.


Aclaración: a) debo haber sido la hija ideal, porque nunca pedía nada a menos que me preguntaran, no era de esos chicos que ven algo en televisión o en una vidriera y empiezan "quiero, quiero, comprame, comprame!"; b) los hechos relatados ocurrieron en plena hiperinflación, mis padres hacían lo que podían.

jueves, 30 de julio de 2009

El taxista y mis prejuicios

Por más de un año, el trayecto hogar-trabajo-hogar lo hice en taxi. Como llamaba casi siempre a la misma empresa, era lógico que los choferes se repitieran. Uno de ellos era "el lindo".

El taxista lindo me llevó hasta mi casa tres veces. A diferencia de todos los demás taxistas que conozco, no me dirigió la palabra más que para decir "hola" y "nueve con cincuenta", y yo, que soy la timidez personificada, estaba lo bastante perturbada por el hecho de que un taxista me resultara atractivo como para poder hablar aunque sea del tiempo.

Durante los viajes, mientras esperaba que el tipo me hiciera una mínima insinuación, me decía a mí misma que debía estar muy mal (léase desesperada) para prestarle atención a un taxista. ¡Yo no tengo nada que ver con alguien "así"!

Un día me puse a pensar: capaz que el tipo es contador, fotógrafo o bioquímico, y que por alguna razón no tiene trabajo en su profesión; o capaz que no tiene un título pero es muy inteligente y le gusta la literatura y el cine; o capaz que ni eso, simplemente es un buen tipo que vale la pena conocer. ¿Por qué supongo que es menos que yo y que no merece ni siquiera mi consideración?

Pero no puedo deshacerme de mis prejuicios. Nunca me fijaría en un operario de fábrica, en un empleado de comercio, en un sodero.

Y se me ocurrió que, a la inversa, nadie puede imaginar que soy algo más que lo que se ve, una simple secretaria, y por eso me va como me va. Damn it!

viernes, 24 de julio de 2009

Friday night

Ya me estaba cansando de pasar mis noches de fin de semana como el pollo de la historieta. Hoy salgo del termo para socializar con otros seres humanos, y probablemente mañana también.

Voy a hacer nevar.

miércoles, 22 de julio de 2009

Nieve

"¡Salí a ver cómo está nevando!", vinieron a decirme. Apurada y contenta, me puse la campera y salí de la oficina, pensando en llevar o no la cámara para retratar tan maravilloso hecho.

WTF? Caían unos míseros cristalitos que no satisfacían las ilusiones de quien no conoce la nieve. "Esperá un rato", me calmaron. Está bien, espero, mientras tanto, me puse a ver cómo mis contactos informaban del suceso desde sus ventanas de GTalk:

¡Epa! Si me guío por los comentarios, parece que estuviéramos en Nueva York en plena navidad. Salgo con más ilusiones que antes y ¿qué veo? Ya no hay nada, ¡nada! ¡Ni lluvia!
¿Para qué exageran tanto, gente? Yo seré patética por no conocer la nieve, pero ustedes lo son aun más por inventársela.

lunes, 20 de julio de 2009

Que pase rápido este día

En mi universo, el día del amigo encabeza el ranking de los festejos estúpidos (seguido de cerca por el día de los enamorados y el día de la mujer). Gente que no me habla en todo el año hoy me manda un mensaje muy efusivo como si fuéramos entrañables amigos, y otros que a duras penas entran en la categoría de "conocidos" me obligan a contar hasta diez antes de responderles "¿y quién te dijo que vos y yo somos amigos?".

Al margen de esto, todavía dudo de que la amistad verdadera exista. Tengo "amigos" en distintos grupos, salimos, festejamos cumpleaños, hablamos, nos divertimos... pero al sentimiento profundo, incondicional y perdurable, no lo tengo con nadie. Cada vez que creí tener un mejor amigo, amigo del alma, como quieran llamarlo, de una u otra manera me decepcionaron:

· J, C y E, quienes a pesar de ser "mis mejores amigas del secundario", siempre se las ingeniaron para dejarme a un lado, burlarse, mentirme, hacerme sentir mal, y especialmente a E, que para todos mis cumpleaños me regalaba un par de aros, sabiendo que no tenía las orejas perforadas.

· Natalia, que me daba consejos, pero le calentaba la bragueta al chico con el que yo estaba empezando a salir.

· César, que me aseguró que íbamos a ser amigos por muchos años, pero dos meses después lo ascendieron y ya no fue más amigo de nadie, ni siquiera de los que ya no trabajábamos con él.

· Pablo, a quien sus ideas anti-capitalistas lo fueron alejando de mí cuando empecé a ganar unos pesos.

· Leandro, que después de la conversación que mantuvimos hace seis meses y que adjunto a continuación, no me volvió a hablar


Aunque algunos de los mencionados desaparecieron de mi vida, a otros los sigo viendo y cuando hablo de ellos me refiero como "amigo/a". Sin embargo, fueron ellos quienes me llevaron a creer que la amistad no existe y a pensar que en cada grupo que se reune a festejar este día pedorro hay rencores, envidia y falsedad.

8.45 llegó el primer SMS. Paciencia.

Update de las 15.45: Llega un SMS de remitente no agendado: "Si sientes que ya todo está perdido y no te quedan fuerzas para tirar las murallas olvida el pasado y camina conmigo que un buen amigo por siempre te acompaña. FELIZ DIA DEL AMIGO". OMG! ¿Quién puede enviarme semejante ridiculez? Por algo lo eliminé de mi agenda. Pero como anoto en papel los números que elimino del celular, busco quién es el "amigo" en cuestión. No podía ser otro.

viernes, 17 de julio de 2009

Eternamente joven

Ayer alguien me preguntó si estaba casada. Lo miré sorprendida y le pregunté "¿tengo cara de casada?". Siempre me suena raro cuando me preguntan estado civil, porque soy muy chica, es lógico que esté soltera, ¿cómo se les puede ocurrir otra cosa?

Pero me quedé pensando. Aunque en ciertos aspectos no me sienta tan diferente de cuando iba al secundario, y aunque el espejo me devuelva la imagen de alguien 6 o 7 años menor, definitivamente estoy más que en edad de merecer.

Fue así que llegué a la conclusión de que la vida me está pasando demasiado rápido. No es que esté desesperada por casarme, pero tengo que darme cuenta de que la época del jumper quedó atrás hace rato y es hora de que vaya pensando en una vida "de adulta".

Sin embargo, el mejor plan que tengo para este fin de semana es encerrarme a bajar música y ver videos en YouTube. No aprendo más.

martes, 14 de julio de 2009

El mensaje oculto de los masajes

Hace algunos años, a mí y a una compañera de trabajo nos mandaron a Buenos Aires a realizar un curso. En el mismo había unas 15 personas, y pasábamos tantas horas juntos que no tardamos en hacernos compinches (¿existe esa palabra todavía?).

Días después de haber llegado, en un break del curso yo me quejo por la contractura que todavía tenía debido al viaje en colectivo (*), y uno de nuestros compañeros, el pelado, se ofrece a hacerme unos masajes.

Pasaban los días y el pelado pasó de ser compinche a empezar a tirarme onda. A mí me resultaba incómoda la situación, como siempre que me tira onda alguien que no me gusta, y más teniendo en cuenta que el tipo estaba casado.

Una tarde le comento a mi compañera que ya estaba cansada de las indirectas cada vez más directas del pelado, a lo que ella me responde "y bueno, que querés, si vos le diste pie con lo de los masajes". Yo no entendía nada, ¿que tenía que ver una cosa con la otra? Mi amiga me explicó: "cuando una permite o le pide a un tipo que le haga masajes, está dando a entender que quiere algo más".

Me pareció un poco descabellada esa teoría, pero desde entonces y por las dudas ante cualquier contractura prefiero tomarme un Anaflex.

¿Es así como me lo planteó mi compañera? ¿Yo soy muy inocente, o los demás tienen la idea fija?

(*) Si nuestro jefe no hubiera sido tan tudobomtudolegalhabíaquesalvarelbolicheporquelascosasestabanbravas, nos habría pagado el viaje en avión y me habría evitado esta situación.

lunes, 6 de julio de 2009

Besos

Un poco por tímida y otro poco por antisocial, siempre me molestó la costumbre de saludar a toooodo el mundo con un beso.

Hace unos años, un amigo mío estaba en Australia y le presentaron dos chicas. Cuando les dio un beso a cada una lo miraron como si las hubiera querido violar. Me parece lógico. ¿Qué es eso de que un desconocido atraviese mi burbuja íntima? Si llegamos a una fiesta de cumpleaños y hay veinte desconocidos, tenemos que saludar uno por uno con un beso. No me resulta agradable que alguien de quien no sé ni siquiera el nombre roce su piel con la mía.

En mi trabajo anterior, para llegar hasta mi oficina tenía que pasar por un área donde había al menos quince personas. A pesar de ser calificada de antipática y amarga (vaya novedad), sólo les daba un beso el lunes a la mañana y el viernes cuando me iba. Nos veíamos todos los días, ¿para qué tanto besuqueo innecesario?

Todo esto se agrava cuando la persona a la que hay que besar nos cae mal, sabemos que no nos quiere, tiene mal aliento, la cara grasosa o nos deja un hilito de baba en el cachete.

Afortunadamente (por lo menos hasta que termine el invierno) puedo usar la excusa de la gripe porcina a mi favor y no besar a quien no tengo ganas.

lunes, 29 de junio de 2009

Elecciones

En la mesa que me tocaba votar ayer un cartel indicaba "desde PAD hasta ZUR" y más abajo aclaraba "Padilla Fulanita del Valle - Zurita María Menganita". Mientras hacía cola llegó una vieja preguntando "¿alguna de ustedes tiene la letra S? porque me mandaron para acá pero no veo que esté la S...". Alguien le aclaró el significado de "desde-hasta" y que su apellido estaba incluido, y pareció quedar conforme, mientras la de adelante mío contaba que su hija le explicó que como su apellido empezaba "Pe", que va después de "Pa", le correspondía votar en esa mesa. Otra vieja acotó "no sé, en una mesa más adelante está la D, pero acá también, dice P-A-D...". Una cuarta vieja, cuando ya estábamos llegando a la mesa preguntó "¿acá es la G? porque hace una hora que estoy haciendo cola, ya veo que me equivoqué, nunca me había pasado esto". Entré al cuarto oscuro y no sé qué habrá pasado con esta señora, pero mientras me volvía a mi casa pensaba: ¡cómo podemos pretender que la gente vote bien si ni siquiera saben el abecedario!

viernes, 26 de junio de 2009

Nostalgias de la época pre-internet

Ayer, hojeando una revista en la sala de espera del médico, me recordé a mí misma muchos años atrás, en ese mismo lugar, arrancando una página de una de esas revistas para quedarme con la foto de algún actor o cantante. Recordé la sensación de tener esa foto que nunca había visto y que no iba a poder conseguir en otro lado, y pensé en cuánto han cambiado las cosas, y en cómo ese acto furtivo dejó de tener sentido.

La adolescencia ahora no es tan emocionante. Tipeás unas letras, enter, y listo. En 5 segundos tenés todas las fotos de tu ídolo. Nada de esperar a que te compren esa revista que trae un poster.

Estas cavilaciones me llevaron a otro aspecto de mi adolescencia que, tratándose de mí, obviamente ocupaba más tiempo y espacio en mi vida que los cantantes de moda: las tareas del colegio.

En el año '94, hacer una monografía era todo un acontecimiento. A tal efecto, mis fuentes de consulta eran un diccionario enciclopédico no muy bueno (pero que me salvó la vida en varias materias), algunas Billiken/Anteojito viejas, manuales del primario, y en el mejor de los casos, para información actualizada, las revistas "Nueva" que venían los domingos con el diario, y de las cuales llevaba un registro por tema. La biblioteca de mi colegio no tenía demasiado para ofrecer, y en un par de ocasiones en las que necesité imágenes de Australia y Noruega, tuve que ir a un negocio de revistas usadas a ensuciarme las manos toda una tarde hasta poder conseguir lo que buscaba. Ni les cuento cuando tuve que dibujar el mapa del relieve de Asia; creo que para poder presentarlo en noviembre tuve que empezar en agosto.

¿Cómo funciona ahora la cosa? Nuevamente, tipeás unas letras, enter, y listo. Wikipedia te da al instante lo que a mí me llevaba más de una semana. Lo más de vanguardia a lo que pude acceder durante el secundario fue una enciclopedia en CD estilo Encarta (que encima estaba en inglés) y una máquina de escribir (de las comunes).

Sin embargo, a pesar de lo simple que parece ser ir al colegio en ésta época, los chicos son cada vez más brutos. O precisamente por eso.

lunes, 22 de junio de 2009

A pesar de que...

... cuando me llamó para arreglar (es una manera de decir) me dijo "oíme, te paso a buscar a las 11", sin darme oportunidad de sugerir otras opciones ni preguntarme si me parecía bien,

... no me gustó físicamente,

... me invitó a la hora de la cena pero quería ir a tomar "unos tragos",

... yo estaba vestida toda delicadita y me quiso llevar a una fonda en el paseo de los artesanos, y por si me quedaban dudas me aclaró "no es muy lindo el lugar pero tiene su onda",

... a esta altura ya sabía que no lo quería volver a ver,

... insistía en hablar de vinos, deportes y viajes, temas que no me interesan para nada,

... me aburrí tanto que tuve que contener los bostezos frente a su ligeramente acromegálica cara...

A pesar de todo eso, levemente me molestó que no me volviera a llamar. ¿Qué pensará de mí? ¿Qué no le habrá gustado? ¿Por qué, qué tengo de malo? :(

A nuestro amigo en común, el que nos presentó, no me animo a preguntarle.

jueves, 18 de junio de 2009

Pegame pero llamame Silvina

Me provoca mucha ira que me cambien el nombre. Que un profesor tome lista por primera vez y lea "Silvana", vaya y pase, pero que gente que me "conoce" hace meses me diga así realmente no lo tolero. Me parece una falta de respeto. Una vez, en mi fiesta de cumpleaños, un compañero le dijo a mi hermana "a tu hermana le digo Sil porque nunca me acuerdo cómo se llama", y trabajábamos juntos hacía más de un año. Se hubiera merecido que lo sacara a patadas del lugar por pelotudo.

(Acá se me borraron las imágenes de mails en los me escriben "Silvana", y no tengo ganas de buscarlas de nuevo)

A toda esta gente tonta les dejo un saludito a lo Luis D'Elía en Gran Cuñado: LOS OOOOOOODIO!

PD1: No me pasa sólo a mí. Lean acá las anécdotas de una tocaya.

PD2: Reconozco que a veces tengo problemas con Amalia/Amelia, pero por lo menos lo pienso bien y digo/escribo el nombre que corresponde a la persona a la cual me estoy dirigiendo.

martes, 16 de junio de 2009

Empezando la semana

  • Como esta mañana hacía mucho frío me puse guantes. Reacción de uno de mis compañeros al verme: ¡Juajjuajuajua! (se agarra la panza para reirse) ¡No puede ser! ¡Juajuajua! ¡Te voy a sacar una foto! ¡Jojojojo!. No le veo la gracia.

  • Mi jefe me pidió que le saque turno para hacerse unos análisis. ¿Con qué cara le digo que tiene que llevar la primera orina de la mañana?

lunes, 8 de junio de 2009

Premio y rarezas


Mi colega bloggera Ene Delaa me otorgó este premio tan bonito (además dice que soy ingeniosa, gracias!) que consiste en "escribir 7 cosas extrañas, raras o diferentes de ustedes y otorgarlo a otros blogs de mujeres".

La primera parte fue relativamente fácil, ya que rarezas tengo miles, pero me costó elegir sólo siete, y otras son tan raras que son impublicables (creo que acabo de inventar una palabra). Además, me gusta ser rara, y que me lo digan es casi un piropo.

Acá van algunas de mis cosas extrañas, raras, diferentes:

1) Soy extremadamente quisquillosa con la comida. Nada me gusta, todo me hace mal, desconfío de todo lo que no cocine mi mamá, mi hermana o mi abuela. Paradójicamente, no sé cocinar. Algunos me aconsejan que me case con un chef, pero yo creo que el día que me case (si ese día llega antes del juicio final) voy a aprender a la fuerza, ¿cómo voy a confiar en lo que prepara alguien que no es de mi familia? Ah, también me cae mal la gente que dice "a mí me gusta comer bien". No sé, comer no es un gusto, es una necesidad fisiológica.

2) Hablo con los perros como si fueran humanos. Y no sólo con los conocidos, le hablo a todos los perros que me cruzo por la calle.

3) No sé nadar y me da miedo aprender.

4) Novio, lo que se dice novio, nunca tuve.

5) Me gusta Tinelli y voté a Menem en el 2003, y no me da vergüenza confesar ninguna de las dos cosas.

6) No puedo escribir. No sé si es por usar tanto la computadora o qué, pero aparentemente me olvidé de escribir a mano. Se me cae la lapicera, no sé cómo agarrarla, me sale una letra ilegible, empiezo en un renglón y a las tres palabras ya estoy cuatro renglones abajo. A veces no puedo ni firmar el cupón de la tarjeta de crédito. Debo tener alguna falla en la motricidad fina porque al escribir en un pizarrón, por ejemplo, al ser trazos más grandes no tengo problema.

7) Los defectos que tienen todas las mujeres yo no los tengo. ¡Ja! Eso me dijo mi último "enamorado" hace como dos años. Él se refería a que hablo poco y no me gusta salir de shopping, entre otras cosas. Pero es verdad, las cosas de las mujeres que a los hombres les molestan yo no las tengo. However, sigo sola.

La segunda parte del desafío lo cumplo a medias: sólo va para Clau y Amelia, porque creo que todos los blogs de mujeres ya han pasado por esto, pero igualmente se lo dedico a todas las chicas que tengo linkeadas acá al costadito.

miércoles, 3 de junio de 2009

¿Cuál es el colmo...

... de una editorial que ofrece los servicios de corrección de textos?
Que su propio sitio web esté lleno de errores.

Hace un tiempo salió un aviso en el diario en el que solicitaban correctores y me tentó la oportunidad de ganar unos pesos extra haciendo algo que me gusta. Mientras pensaba qué poner en el CV, pasé por el sitio web de la editorial para conocer un poco más de qué se trataba.
Grande fue mi sorpresa (y decepción) al encontrarme con cosas como éstas:


Y me faltó subrayar "reciben", que inexplicablemente está en plural.

Y dale con lo de idóneos (encima "completamente", no me quiero imaginar como sería si fueran "semi-idóneos"). Vemos además que faltan acentos y sobran redundancias. Pobre autor, cuando le devuelven la prueba de galera el texto está peor que antes.

¡Entre sujeto y predicado no va coma!


Otra vez la coma. ¿Pliegos cocinados? Haciendo que se logre me hace ruidito. Todo muy lindo, muy digno, mucho esmero, pero te duelen los ojos al leer textos así.


"Nos hemos dedicados, señor Homerus". Acá hay errores de todo tipo, tantos que no tengo ganas de detallar. No dudo que nadie trataría un libro tan mal como acá.

Mal.

En fin, como si no hubiera sido lo suficientemente caradura como para postularme sin tener experiencia ni título acorde (aunque no sé por qué el título, el escribir bien no depende de eso), me animé a más y en el mail les señalé varios de estos errores, en parte para hacerles notar lo brutos que son, pero también porque no tenía otra manera de demostrarles que estoy capacitada para hacer el trabajo.

Como era de esperar, nunca me llamaron. Lo más lamentable es que tampoco corrigieron los errores.



jueves, 28 de mayo de 2009

Próximamente también a través de Ticketek

Me parece ordinario, de pésimo gusto, y en contra de todas las normas de etiqueta, ceremonial y/o protocolo, tener que pagar para ir a una fiesta de casamiento.

Los que se casan lo hacen porque quieren, entonces ¿por qué obligan a los demás que les paguemos el capricho? ¡Si no tienen plata que no hagan fiesta, y listo!

Solamente en este país (¿alguien sabe si existe esta costumbre en otro lado?) puede haber surgido la idea de cobrarte para ir a su fiesta como si fuera la entrada a un recital. Repito, nadie les obliga a gastar tanto dinero. Además, por los precios que hay que pagar, como mínimo esperaría que esté Andrea Bocelli cantando el Ave María. Pero no. Es siempre el mismo helado de crema americana, el mismo cotillón berreta y el mismo DJ cuartetero, por el dinero que usaría para ir 15 veces al teatro.

"Realmente queremos que estés con nosotros en este momento tan especial, pero lamentablemente no podemos blablabla...". Si realmente me quisieras tanto no me pedirías que te ayude a solventar los gastos de tu patética fiesta, que en definitiva es igual a tantas otras.

Como si esta miseria no fuese suficiente, y porque esta sociedad sigue involucionando, nuevas (malas) costumbres se han agregado al circo. Y cuando creí que ya lo había visto todo (que al abrir el sobre caiga la tarjeta de Falabella , o peor, que en la misma tarjeta ya venga impreso el COMPRAME REGALO ACÁ, o que te inviten dos días antes porque otros invitados se fueron dando de baja y vos que estabas en los últimos lugares has ido escalando posiciones hasta poder cubrir la vacante, y que encima te avisen por mail y te digan "te debo la tarjeta porque no tenemos más"), ¡algunos hasta te hacen el favor de que puedas pagar la "invitación" en cuotas!

Desde que en 2001, la primera de mis compañeras de colegio se casó (la tarjeta costaba $20 y aún así no fui!) he podido elegantemente eludir este tipo de compromisos. Así que ya saben, si quieren que vaya, no me pidan que pague.


martes, 26 de mayo de 2009

Reflexiones de fin de semana largo

- La depresión de los domingos a la tarde no radica en que sea domingo a la tarde, sino en que al día siguiente hay que ir a trabajar. Sin embargo, el lunes feriado a la tarde debería ser tanto o más deprimente que el domingo y no es así.

- Siempre pienso que si yo fuera participante de Operación Triunfo o Gran Hermano, y a la hora de las eliminaciones quisieran mostrar el apoyo de mi ciudad, no habría más de tres personas.

- Últimamente se me dio por leer mucho y escuchar música clásica. Siento que las probabilidades de conocer a alguien que encaje conmigo son cada vez menores. Lo peor es que no me importa.

viernes, 22 de mayo de 2009

El baúl de los recuerdos

Cuando empecé este blog no me leía nadie (bueh, no es que ahora sea guau qué masivo, pero por lo menos no estoy tan sola) y los primeros post quedaron abandonados, pasando desapercibidos para la mayoría de los visitantes que van llegando y leen sólo las últimas entradas.

A la manera de esos capítulos pedorros de las series en los que recuerdan episodios anteriores, acá les dejo algunos grandes momentos (¿?) de este blog, para que se entretengan (¿?) el fin de semana largo.

Miren todo lo que se estaban perdiendo por no leer desde el principio:

Enjoy!

lunes, 18 de mayo de 2009

Mi psicólogo

Me he dado cuenta de que mi profesor de canto es mi mejor terapeuta. Los días que voy a clase estoy de buen humor, sabiendo que allí pierdo toda la vergüenza (que no se malinterprete, por favor) y descubro cosas de mí que reprimo cuando estoy con otras personas. Además, me levanta la autoestima de tal manera que salgo sintiéndome María Callas. Si sigue así le voy a tener que pedir que afloje un poco, porque algún día se me va a ocurrir audicionar en el Colón y la patada en el toor que me van a pegar va a ser tan grande que me van a mandar de vuelta a Córdoba sin pagar peaje.

martes, 12 de mayo de 2009

Señales de alerta

Hace un tiempo les conté de una fallida cita a ciegas con un aparato que saqué de la Internet. En ese momento no entendía cómo no pude darme cuenta en los chats de lo que era el tipo en realidad, y ahora, a la no tan lejana distancia, empiezo a recordar detalles que me deberían haber hecho reaccionar y evitar el encuentro face to face:

-Que algunas veces se despidiera "Hasta lueguito"
-Que cuando me envió fotos, lo hiciera por riguroso orden cronológico, empezando por una del casamiento de los padres (y estratégicamente obviando fotos suyas de los últimos 5 años)
-Que cada dos líneas escribiera el emoticon :P
-Que cada tanto usara frases de ama de casa como "yo me voy a hacer las compras antes que me dejen sólo falda... " o "fui a poner el lavarropas". Si tenés una rutina tan miserable, por lo menos no la cuentes cuando estás en plan de levante!
-Que haga cosas estúpidas como "yo suelo inventarle segundos nombres a mis compañeros y compañeras de trabajo, de molesto que soy, nomás"
-Que cada tanto interrumpiera las charlas con "disculpame, justo llegaron mis viejos..." Capaz que los papás lo retaban porque estaba mucho tiempo en la compu por eso cada vez que llegaban los viejos me dejaba hablando sola.
-Que descaradamente me dijera que la cuenta en la página de citas "la creé para mandarle un correo a la novia de un amigo de la cual sabía el nick para esa página pero no el correo habitual... hacía varios días que quería hablar con él y no atendía el celular y supuse que estaría con la novia". Más rebuscado imposible.
-Que dos, tres, cien veces, hiciera el chiste de hablar como Flanders: "es correctirijillo lo que te digo...", "Holas pianolas.. :)"
-Que me mandara un mensaje "me voy a tomar un regio café mientras espero que te conectes". Keyword: regio
-Que me dijera "me comí un sandwich de jamón y ese otro alimento que no quiero mencionar en tu presencia". Creo que preferiría comerme un plato de ravioles a los cuatro quesos antes que escuchar de nuevo una frase similar.
-Que cuando le dije algo más o menos dulce, pasaran varios minutos de silencio, hasta que me contestó algo así como "me fui a tirar a la cama y a abrazar el almohadón". Por las dudas aclaro que tiene 31 años.

Algunas de estas cosas me molestaron, otras no las registré, pero seguramente hay más, sólo que ya me estaba descomponiendo de leer tantas conversaciones vergonzosas, y a los mensajes del celular los borré sin pestañear el mismo día que lo conocí personalmente.

Estaré más atenta la próxima vez (si la hay).

Post nº 100

viernes, 8 de mayo de 2009

Perreando kids

Anoche abrí los ojos así O_O cuando Laura Fidalgo le decía a dos nenes de no más de 8 años "el baile de ustedes fue sensual, no sexual".

Los niños, sus padres, el baile, Tinelli, dan para escribir mucho más, pero demasiado para esta mañana de viernes.

jueves, 7 de mayo de 2009

¡Un año!

Hoy hace un año que empecé a escribir este blog. No sabía por dónde arrancar ni cómo organizarlo (de ahí el título) pero necesitaba expresarme.


Al principio tuve "miedo" de que no gustara o no interesara lo que escribiera, o, peor aún, de que no me leyera nadie. Pero de a poco fueron llegando los comentarios (gracias Dago por ser el primero!) e incluso los elogios, y me sentí cada vez más a gusto. Ni les cuento cuando me linkearon por primera vez, o cuando me dieron un "premio", o cuando empecé a tener "seguidores", o cuando recibí comentarios de bloggers que admiro.


Quiero agradecer a todos los que leen las pavadas que escribo. La mayoría de los textos son a modo de catarsis y saber que hay gente que se identifica conmigo o con lo que me pasa me reconforta, y cada comentario, bueno o malo, me hace sentir que vale la pena seguir escribiendo aunque no lo hago tan bien como quisiera.


Gracias nuevamente, y nos seguimos leyendo.

viernes, 24 de abril de 2009

Cheese!

Generalmente el tema surge cuando alguien que está comiendo frente a mí tiene un plato humeante de tallarines con mucho queso, y yo no puedo evitar fruncir la nariz, echarme hacia atrás en la silla, y emitir un quejido de disgusto.

No me pregunten por qué, nunca me gustó el queso y ni siquiera soporto el olor (sobre todo cuando es queso caliente, o queso rallado), y detecto la partícula más pequeña que por descuido puede haber caido sobre mi porción.

"¿No comés queso? ¡Sos extraterrestre!", me dijeron no hace mucho. Acepto que el queso es uno de los alimentos más comunes sobre la faz de la tierra, pero que a mí no me guste no me convierte en ET. El sábado estaba almorzando con un grupo y varios de ellos sacaban las aceitunas de las empanadas. "¿Por qué ustedes no comen aceitunas y a mí me dicen rara porque no como queso?", pregunté. "Bueno, pero las aceitunas es común que no gusten, en cambio el queso no". Por favor que alguien me diga dónde está escrito qué alimento debe gustar y cuál no.

Ya no sé cuántas veces he respondido "no soy alérgica al queso", "de chica no me empaché con queso", "leche y yogur sí me gustan", y "no me gusta ningún tipo de queso". Demasiado sufrimiento es sobrevivir una noche sólo con gaseosa porque a los demás se les ocurrió ir a una pizzería como para tener que soportar además que siempre me pregunten lo mismo.

Y haciendo hincapié en el tema de la pizza, ya que existen tantas variedades, pasando desde la rúcula al ananá, ¿por qué nadie inventa una pizza sin queso? A veces saco el queso y me como sólo la masa, pero el procedimiento es bastante antiestético y de cualquier manera sigo percibiendo ese sabor que me provoca nauseas. Un día, harta de todo esto, le pedí a un mozo una pizza de jamón, pero que la mitad no tuviera queso. Tardé cerca de 10 minutos en hacerme entender (parece que en sus 40 años de mozo nunca se había topado con un especimen como yo), pero finalmente pude disfrutar de una pizza riquísima sin queso.

Por suerte existe mi amigo el Colo, tan freak como yo. Cada vez que salimos a comer, mientras demás eligen pizza, el Colo y yo compartimos un lomito extra grande, obviamente sin queso.

Nota: Creo que a nadie le importan mis hábitos alimenticios, pero es viernes a la tarde, llueve, tenía ganas de escribir algo y esto es lo que estaba más maduro dentro de mis borradores. Sepan disculpar.

miércoles, 15 de abril de 2009

Alcohol

No tomo alcohol. No me gusta. No me gusta el sabor de la cerveza, ni del vino, ni del fernet, ni del champagne, ni de nada que tenga alcohol. Como mucho tomo una copa de sidra o ananá fizz en las fiestas. Punto. No sigan insistiendo. Que me hayan visto en una fiesta tomar un gancia con Sprite no quiere decir que me guste, simplemente tenía sed y eso era lo único que había disponible.

De más está aclarar que nunca me emborraché, ni pienso hacerlo. Un trago de champagne me marea, y un vaso de vino blanco me pone a dormir. Nunca falta el imbécil que dice "ya te vamos a emborrachar, ya vas a ver". No sé cómo pretenden hacerlo, ¿atarme a una silla y enchufarme un embudo en la boca? Además, ¿para qué querría emborracharme? No necesito alcohol para desinhibirme o divertirme. Si la fiesta está buena voy a bailar hasta las 7 de la mañana sin más estimulante que una Pepsi. Aparte, ¿nadie se da cuenta de que los borrachos son patéticos? Dicen cualquier cosa, hacen el ridículo de todas las formas posibles, y en el peor de los casos terminan vomitando y al día siguiente con una resaca que supongo debe ser una de las peores sensaciones del mundo.

El primer premio a los comentarios imbéciles al respecto se lo lleva: "bueno, aunque sea una vez en la vida te tenés que emborrachar, para saber qué se siente". Mongui, no quiero saber qué se siente, seguramente se siente mal y la vida es demasiado corta para pasar voluntariamente malos momentos. Aunque capaz que tengas razón, ¿por qué no vas y te tirás abajo del tren para ver qué se siente? Dale, es una sola vez en tu vida.

Déjense de joder y pónganse en pedo ustedes (no ustedes los que están leyendo), así se les quema la cabeza y el hígado y no molestan más.

jueves, 9 de abril de 2009

Efemérides

April 9th, 1996

Yo estudiaba inglés en un instituto. Esa tarde llegué un poco más temprano y me quedé en la puerta del aula charlando con mis compañeras. Al final del pasillo divisé un bombón alto y rubio, hermoso, perfecto, pero no dije nada. Solamente pensé en lo afortunadas que eran las compañeras de ese chico.

Suena el timbre y entramos a clase. Me senté en la fila de atrás, y al lado mío se sienta el rubio bombón. ¡Casi me desmayo! Mis compañeras hacían señas y yo me moría de vergüenza. No podía mirarlo directamente. De reojo alcancé a ver que sus muñecas estaban llenas de pulseritas rojas y azules, sus zapatillas eran rojas y azules, y tenía una gorra roja y azul. Fanático de San Lorenzo. Era de Buenos Aires pero hacía poquito que estaba viviendo en Córdoba.

El primer ejercicio que nos da la profe era para hacer de a dos. Yo con el rubio. Tanta vergüenza tenía que le dije "dejame que lo haga yo, vos si querés corregilo después". El segundo ejercicio otra vez de a dos. Nuevamente, lo hice yo sola porque me daba vergüenza hablar con el rubio. La clase siguiente el rubio se sentó en la fila de adelante y nunca más volvió a trabajar conmigo hasta el examen final, que hicimos juntos por tener promedios similares.

A pesar de mi poca calidez y hospitalidad del primer día, a partir de ahí empecé a perseguirlo. Llegaba siempre antes para ver si podía hablar un rato con él (¿?), me ponía polleritas cortas (¿?¿?), le festejaba cada chiste tonto. Detalle que no es menor: en esa época yo usaba anteojos, y a los 16 años nadie le da bola a las chicas de anteojos. Anteojo anula pollerita.

Cada vez que me daba un beso (en la mejilla, obvio), yo lo anotaba en un cuadernito (¡!) que aun guardo (¡!¡!). Un día estábamos saliendo, y él estaba esperando en la puerta para dejarnos pasar (¡qué caballero!) y yo empecé a caminar despacio para hacerme la linda, y él me empujó como diciendo "tarada, movete de una vez!". Sin embargo yo estaba enamorada. Promediando el año, me enteré de que tenía una novia, Débora. Esa fue la primera vez que me rompieron el corazón :( Pero era tan lindo que yo seguía soñando con él. No podía concentrarme en el estudio, fue el año que tuve peor promedio, tanto que podría haber sido abanderada pero no lo fui.

El último día de clases de ese año lo seguí hasta el shopping, y una vez ahí me iba escondiendo detrás de las macetas como en las novelas o en las películas. No sé qué pretendía lograr con eso. Pero sabía que probablemente no lo volvería a ver.

Pasó el verano y me olvidé de él. Al año siguiente me lo crucé en el instituto, ¡estaba tan feo!, o tal vez no, a mí ya no me gustaba. Nunca más supe nada de él. Lo googleé, lo facebookeé, y nada.

Pero por alguna razón, cada 9 de abril me acuerdo del día en que lo conocí.

lunes, 6 de abril de 2009

Vamos de paseo

La próxima vez que alguien me diga "y ahora que tenés el auto, te vas todos los fines de semana a las sierras, no?" voy a gritar.

No sé qué mecanismo ilógico usan para deducir auto=paseo serrano. El auto lo tengo porque me cansé de los taxis con asientos sucios y conductores charlatanes que siempre demoran y me hacen llegar tarde al trabajo, de los colectivos que también demoran, llenos de mujeres con chicos que lloran y se les caen los mocos, y de los momentos bochornosos cada vez que salgo y algún baboso insiste en llevarme de vuelta a mi casa con la secreta esperanza de que algún día le devuelva el favor con un poco de mi cariño.

Y sí, cuando tenga que ir a las sierras iré en el auto, pero ya déjenme de romper las pelotas. Déjenme que use el fin de semana para estar tirada en la cama mirando Monk. Cómprense un auto, váyanse a la sierra más alta y no me jodan más.

No sé por qué pero parece que me levanté medio agresiva hoy.

viernes, 27 de marzo de 2009

Asco asco

Tuve que aguantar todo el almuerzo viendo cómo a uno de mis compañeros le asomaba por la nariz un pelo muy largo con un *imaginen qué* sequito en la punta.

No da para decirle "che, limpiate ahí".

Y no entiendo cómo la mujer no le dice que se corte los pelos de la nariz.

Puaj.

lunes, 23 de marzo de 2009

Sólo papel

Quisiera saber qué extraña enfermedad neurológica padecen los que tiran cables, vasos descartables, aluminio, envoltorio de burbujas de plástico y sobrecitos con azúcar dentro de una caja que tiene cuatro carteles enormes de "SOLO PAPEL".

El cesto de basura común está al lado. ¿Por qué me obligan a comportarme como una cartonera abriendo la caja recuperadora de papel para sacar otras inmundicias que no corresponden?

Los odio.

(Chiste malo que se me acaba de ocurrir: tal vez entendieron que el papel está solo y necesita compañía de otros materiales. Les dije que era malo.)

martes, 17 de marzo de 2009

El bibliotecario

Sin quererlo, este blog ya se parece demasiado a todos los de mujeres solteras que están cansadas de estarlo. Quisiera hablar de otras cosas, pero esto es lo que hay en mi vida por ahora. Además, lo confieso, me divierte enfurecerme con los hombres inservibles.

Como soy de las que tropiezan dos (o más) veces con la misma piedra, volví a intentar la búsqueda de pareja por Internet (ya que paso tantas horas frente a la computadora, sola, en una oficina donde las probabilidades de conocer a alguien son ínfimas, aprovecho para hacer algo “productivo”).

En esta segunda tanda quedaron preseleccionados tres candidatos, dos de los cuales murieron en los primeros 10 renglones. El tercero, el bibliotecario, es el que más me interesaba (debo ser la única enferma en el mundo que puede pensar que la del bibliotecario es una profesión muy sexy).

Creí que sí, que finalmente en esta oportunidad me había sacado la lotería. Un tipo medianamente lindo, con un trabajo “interesante”, que le gusta leer y ver películas, no fumador, no viviendo con sus papis, su abuela y su gato.

Después de los saludos de rigor, la “conversación” se desarrolló más o menos como sigue:

- Bibliotecario dice: me mandás tu foto? (pará la mano, ni empezamos a hablar y ya me pedís la foto? Obviamente no se la mandé, que se conforme con la del msn que bastante bien se ve)

- Bibliotecario dice: pareces bonita (se supone que eso es un piropo? Casi le respondo con un jaja)

- Bibliotecario dice: supongo que andarás con novio (pedazo de enfermo, no estaría buscando amiguitos por Internet si tuviera novio... tendría que ser medio turrita para hacerlo)

- Yo digo: no, soltera, y vos?

- Bibliotecario dice: hace poco empece algo pero nada serio aun (aunque yo hubiera dicho "formal" en lugar de "serio"... para él las relaciones son una joda?)

- Yo digo: uh bueno, yo me mandé con el mensaje suponiendo que estabas solo

- Bibliotecario dice: ja, que tiene de malo bb (¿¿bb?? Alguien que no me conoce no tiene derecho a llamarme así)

- Yo digo: malo no, pero medio a destiempo

- Bibliotecario dice: por?

- Yo digo: porque ya estás en otra

- Bibliotecario dice: ah pero que buscas vos? (¿¿sos o te hacés??)

- Yo digo: qué buscan todos los que se meten ahi? /ahí es el sitio para buscar parejas/

Lamentablemente se me cortó la conexión, porque hubiera estado interesante seguir la charla. A esta altura ya se me había caído el ídolo, pero no lo eliminé porque vi que me iba a dar material para escribir. Mientras tanto, lo busqué en Facebook. Tiene sólo 4 amiguitas, que se llaman Antonella o Sabrii o esos nombres de quienes nacieron en los ’90, y cuyas fotos de perfil (y no miento ni exagero) muestran en plano picado sus generosos escotes.

Segundo día:

- Bibliotecario dice: hola sil

- Yo digo: hola como andas

- Bibliotecario dice: bien vos?

- Yo digo: bien, un poco resfriada

- Bibliotecario dice: ah pobre

- Yo digo: estas en el trabajo¿

- Bibliotecario dice: SIP

- Bibliotecario dice: tenes mas fotos tuyas? (otra vez lo mismo, pedazo de pa**ro?)

- Yo digo: si, ahi puse otra

- Yo digo: uy, no la puedo cambiar

- Bibliotecario dice: mmm no sale

- Yo digo: es q no estoy en el messenger

- Yo digo: donde trabajas? (desviando el tema)

- Bibliotecario dice: en mi empresa familiar blablabla

- Yo digo: ah, que bueno

- Bibliotecario dice: a donde sos de salir sil? (Changos! Se supone que los bibliotecarios no hacen este tipo de preguntas. Acá tuve que hablar de los boliches que conozco y aguantar que me preguntara si tal o cual estaba bueno. Para mí ningún boliche está bueno)

Me estoy convenciendo de que no es bibliotecario y de que era sólo una estrategia para atrapar ingenuas como yo. Pero el post no estaba redactado todavía, necesitaba algo más.

Tercer día:

- Bibliotecario dice: que haces bb? (Otra vez? Infeliz! Dejá de decirme así, me das asco!)

Mientras pensaba si responderle la verdad (“estoy escuchando a Monteverdi y leyendo la biografía de Orlando di Lasso”) o directamente eliminarlo, lanzó la última pala de tierra que faltaba para cavarse solito la tumba:

- Bibliotecario dice: me pasas mas fotitos tuyas?

No más palabras. Bloquear contacto -> Eliminar contacto

UPDATE 06/04/09: Jaja, hubo un error, me confundí de dirección de mail y este aparato no es el bibliotecario. Menos mal, pero no quita que sea onanista. El bibliotecario real, de cualquier manera, todavía no me escribió.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Premio y sueños


Una lectora de mi blog, Clau, me entregó un premio, o al menos me mencionó en su post (hay cosas de los blogs que todavía no entiendo). Muy agradecida por la mención, supongo que lo que sigue es premiar, o mencionar, 8 blogs y contar 8 sueños.

En primer lugar quiero compartirlo (insertar música de Martín Fierro aquí) con los blogs amigos que se ven a a la derecha de la pantalla y con otros que leo y comento pero como cada vez son más me da fiaca editar esa parte del blog así que todavía no están.

En segundo lugar les cuento mis sueños. No esperen leer "formar una familia", "vivir del trabajo que me guste" o "la paz mundial", sino sueños más bien tontos, irrealizables, delirantes, etc.

Aquí van:

- Tener un hogar para perros, o una casa muy grande donde pueda albergar a todos los perros callejeros con los que me voy cruzando diariamente.
-Participar en una coreografía de ceremonia inaugural de olimpíada o mundial de fútbol. (*)
-Disponer de un año, o medio, o un cuarto, para no hacer otra cosa más que leer.
-Escribir bien, cantar mejor, tocar la flauta traversa, participar en un ballet aunque sea como figurante.
-Conocer Inglaterra e Italia, y sacarme fotos en cada uno de los lugares que aparecen en los libros de inglés e italiano.

Creo que no tengo más, así que para completar los tres que faltan, y como soy muy pícara y juego con las palabras, voy a poner tres sueños de los de soñar cuando uno duerme (recurrentes):

-Que fumo y que me da mucho placer
-Que me estoy haciendo pis y que estoy en un lugar lleno de baños pero están sucios, clausurados, tapados, etc.
-Que estoy en un techo alto y tengo que bajar pisando tapias, alféizares de ventanas (nunca creí que iba a tener que escribir la palabra "alféizar", aunque ahora chequeando en internet, me vengo a enterar que "alféizar" es la parte de adentro; la de afuera, la que piso en mis sueños, es el poco romántico "antepecho"), rejas, etc.

Esta entrada va a camino a liderar el podio de los posts pedorros y el de los menos leídos también.


(*)Una vez en el secundario, creo que en clase de catequesis, teníamos que contar el sueño de nuestra compañera de banco. La mía dijo eso de mí, y me sentí tan tonta y superficial...

viernes, 6 de marzo de 2009

Perfume ¿de mujer?

Hace un tiempo una de mis compañeras de trabajo tenía un perfume muy rico. Como siempre estoy buscando fragancias nuevas y originales, le pregunté cuál era. "Heredera, de Paris Hilton", me dijo.

Fui a la perfumería de siempre y lo pedí. La vendedora, desorientada, me mostró un estante lleno de perfumes Paris Hilton y me preguntó "¿cuál de estos será?". ¬¬ Miré atentamente y cuando leí "HEIR" dije "ése". Me lo probó y me pareció un poco fuerte, así que me fui sin comprar nada. Cuando llegué a casa, ya estaba bastante más suave y dulce, tal como se lo había sentido a mi compañera, y decidí que sí, lo iba a comprar.

Una semana después fui a otra perfumería, y la vendedora que me atendió ahí tampoco tenía idea, y me pidió que le señalara cuál era de todos los que tenía en el estante. Pagué los 189 pesitos y me fui feliz con mi perfumito.

Camino a casa, se me vino a la mente la palabra "heiress". Heir, heiress, heir, heiress, heredero, heredera... ¡Chan! Ni en la caja ni en el frasco aclaraba "pour homme", "for men" o algo por el estilo. La etiqueta de importación decía algo así como "50 ml edt men", y esperé que fuera algún código sin significado masculino.

A la mañana siguiente busqué en internet. "Heiress", frasco rosa. "Heir", frasco azul.

Y acá está el que compré yo. Maldito el lapsus que me hizo olvidar mis conocimientos de inglés.


Apenas me lo pongo me siento muy cacho. Por suerte va cambiando y en pocos minutos es un suave talquito femenino. Me pregunto quién será el balín que se anima a usar un perfume que parece de mujer.

lunes, 2 de marzo de 2009

El chico del chat

No recuerdo en qué momento mis neuronas dejaron de hacer sinapsis y se me ocurrió que buscar pareja por Internet sería una buena idea. Sabía que sólo podía encontrarme con losers, freaks, nerds, geeks y/o solterones patéticos, pero tal vez el reconocerme un poquito en cada una de esas categorías me motivó a hacer el intento. Al fin y al cabo, si estaba buscando a alguien parecido a mí, ése era el mejor lugar.

Hice cuatro contactos, tres de los cuales eliminé luego de un par de charlas (uno por budista, otro por hacer turismo de aventura, y otro por trabajar en una rockería ¿?). El cuarto, si bien era el que menos me atraía físicamente, cada día me mantenía a la espera de que se conectara, las charlas eran fluidas y teníamos muchísimas cosas en común. No voy a entrar en detalle pero a medida que pasaba el tiempo sentía que había encontrado a mi alma gemela.

La horas de chat fueron cada vez más, se sumaron los mensajes de texto (nunca en mi vida había gastado tanto crédito de celular) y cuando llegó la primera llamada telefónica empecé a pensar realmente que mis días de soledad habían acabado.

Era una "relación" muy linda. Los corazones nos iban a explotar de tanta felicidad. Era demasiado bueno lo que estaba sucediendo. Estuve más de una semana con un nudo desde la garganta hasta el estómago, imaginando un futuro juntos. Tanta alegría iba a matarme, y tantas ilusiones por una persona que hasta el momento no era real también, así que apuré el encuentro para el viernes pasado.

Después de varios tés de tilo y manzanilla, reiki, masajes, y cualquier cosa que me ayudara a calmar los nervios (en tres días debo haber bajado un par de kilos porque no podía probar nada sólido), y de haber descartado dos veces la idea de no ir, el viernes a la noche me encontraba bastante calmada para ir al encuentro del amor de mi vida.

Lo esperé sentada en un banquito a la salida de un shopping. Las piernas me temblaban. Se demoraba y pensé que me iba a dejar plantada. Cuando lo vi llegar deseé que así hubiera sido...
En primer lugar, me molestó su inseguridad al acercarse. Entiendo que sea tímido y que esté nervioso, pero podría ser un poco más hombre y caminar sin vacilar. En segundo lugar, estaba 20 veces más desmejorado que en la peor foto que me había mostrado. Costaba creer que fuera él. En tercer lugar, y acá no sé cómo hice para no salir corriendo, ¡tenía mal aliento! Puedo pasar por alto cualquier cosa, pero eso no. ¡Loco, es una primera cita, tenés que cuidar todos los detalles!

Nos sentamos sin hablar, él debido a los nervios, yo pensando en que le iba a romper el corazón y redactando mentalmente este post. Como no puedo disimular mis emociones, me preguntó por qué estaba tan seria. Le dije que no se preocupara porque normalmente soy seria, y que la persona que estaba frente a mí y la persona del chat no encajaban, y se asustó. Pasaron varios minutos más, mientras me abrazaba ( y sí, después de tantas ilusiones, y ya que me había costeado hasta allí, por lo menos que me diera un poco de cariño), hasta que dijo "a penny for your thoughts". Algo más que un penny tendría que haberme dado, ya que mi cabeza iba a mil. Le dije "para serte sincera... no creo que esto vaya a funcionar". Más silencio (en medio de todo esto recibí un mensaje que decía "hola reina, hacés algo esta noche" de remitente desconocido... recién al día siguiente me di cuenta de quién era y lamenté no haber respondido en su momento), hasta que acepté ir a tomar algo, sólo para no volver a mi casa una hora después de haber salido. Me llevó de la mano y yo rogaba no cruzarme con ningún conocido.

Ya en el bar, la charla no fluía tan naturalmente como por Gtalk, y a decir verdad no me importaba contarle nada ni quería escuchar lo que él me pudiera contar, y un par de veces me colgué mirando por la ventana. Además de lo que mencioné al principio, no me gustó su forma de hablar (pronuncia mal las R, las LL y las S), ni sus chistes tontos, ni que con la madre se traten de usted "cariñosamente". Literalmente se me desfiguró la cara cuando me contó eso. La cereza del postre fue no dejar propina. ¿Habrá sido la primera vez que salía con una mujer?

Me acompañó a tomar un taxi y me abrazaba mientras tanto. Aparentemente no se dio cuenta de que estaba dura y fría como una estatua. "Nos escribimos", fue mi despedida, y respiré aliviada porque el horror había terminado. O eso creí.

Me mandó varios mensajes para saber si había llegado bien, pero como mi celular estaba en silencio no los escuché, así que no tuvo mejor idea que llamar a mi celular laboral y hacerme saltar de la cama. Lo apagué sin más y le mandé un escueto "llegué bien, beso". A la mañana siguiente me escribió algo que no recuerdo porque borré casi sin leer, pero tuve que responderle "lo intenté pero no puedo, no va a funcionar, perdoname, no me escribas, el lunes hablamos". Me hizo caso y recién esta mañana me saludó por chat. Me dijo que estaba muy triste, con el corazón roto, que yo significaba muchísimo para él, y varias babosadas más que me da vergüenza escribir. Hice lo que pude para que no se sintiera tan mal, pero creo que hasta lloró.

Por suerte para mí fue apenas un lindo sueño y luego una breve pesadilla, nada que un fin de semana en el campo no haya podido hacerme olvidar. Hoy sólo es un recuerdo que espero dure poco, y deseo lo mismo para él.

Y ahora, nuevamente, a seguir participando.

jueves, 5 de febrero de 2009

Niños

Odio que la gente me mire como si viniera de otro planeta cuando digo que no me gustan los chicos. ¿Qué tiene de malo? ¿Por qué suponen que todas las mujeres venimos por default con el chip del instinto maternal?

Si bien a veces me imagino cómo sería mi hijo/a (porque si tengo, no va a ser más de uno) o como lo/a educaría, formar una familia nunca fue mi sueño. Es más, ni siquiera sé todavía cuál es el rumbo de mi vida, menos podría tener la responsabilidad de decidir sobre la de alguien más.

Los bebés no me enternecen, no me pregunten por qué. Sólo puedo llegar a conmoverme ante niños de entre tres y cinco años que hagan algo sorprendente, como leer o tocar el violín. Todos los demás no me llaman la atención.

Esta antipatía que tengo hace que viva uno de las situaciones más incómodas cada vez que alguien me muestra las fotos de sus hijos o sobrinos (generalmente de estos últimos, parece que todo el mundo tiene sobrinos, y encima ahora también les dicen "sobrinos" a los hijos de los primos). Decía, cuando alguien me muestra la foto de un niño, rara vez el fotografiado en cuestión es lo suficientemente lindo somo para que un "¡qué lindo!" me salga naturalmente. En el 99% de los casos tengo que hacer un esfuerzo terrible para que no se note lo falsa que estoy siendo.

Tres anécdotas como para ejemplificar:

-A me muestra foto de sobrinito en jardín de infantes en Canadá. De todos los niños, me llama la atención uno que evidentemente no es su sobrino. Lo único que atino a decir es "¡ay, qué lindo ese negrito!"

-B dice "¿quieren ver fotos de mis bebés?" (refiriéndose a sus sobrinas). Yo respondo "si son perros, sí". B me mira con odio y le muestra las fotos a todos los demás menos a mí, en un intento infructuoso de hacerme sentir mal.

-C me muestra "este es mi sobrino más chiquito". Yo "ahhh" (con la falsedad descrita más arriba). C me sigue mostrando fotos de sus alumnos (es maestra jardinera... sin comentarios) hasta que alguien le avisa que no me gustan los chicos. C me mira con una cara que no sé como describir, mezcla de asombro, susto y decepción, y dice "ahh... nunca conocí a nadie que no le gustaran los chicos... y yo te mostré la foto de mi sobrino..." ¿Y? Pará un poquito, que no me gusten los bebés no quiere decir que engualiche cada foto que me muestran...

Pero de verdad los que más me irritan son los que intentan justificar mi actitud con un "es que en tu familia no hay bebés, ya vas a ver, yo desde que tengo sobrinos blablabla" (mmm las probabilidades de que haya un bebé en mi familia son muy bajas), y los que se creen que se las saben todas con su "ya vas a ver cuando tengas tu hijo" (primero, quién te dijo que quiero tener hijos; segundo, que ame a mi hijo no quiere decir que me gusten los hijos de los demás).

Por último, para los que leen esto, me conocen y tienen sobrinos o hijos o hermanitos: ¡no me odien! Sigo siendo una buena persona, sólo que vine con el chip fallado.

viernes, 30 de enero de 2009

Facebook

Dos cosas que odio de reencontrarme con antiguas compañeras de colegio en Facebook:

-Qua cuando la otra me dice "me recibí y/o me casé y/o tuve un hijo y/o vivo en Europa" lo único que yo pueda responder sea "y... yo todo bien, como siempre, trabajando". Ahí siento que en los últimos 11 años no hice nada de mi vida...

-Que las nenas que estaban en jardín de infantes cuando yo ya iba al secundario sean unas diosas terribles y tengan novio, y que yo siga tan sola como de costumbre.

miércoles, 14 de enero de 2009

Martes 13

Hay un noticiero (aunque supongo que no debe ser el único) que cada martes 13 hace una nota en el registro civil a parejas que decidieron casarse, a pesar del dicho popular "martes 13, no te cases ni te embarques".

Me imagino que deben tener una plantilla con el texto y las preguntas a los novios ("¿por qué eligieron este día?", "¿fue casualidad?", "¿no tienen miedo?") a la que sólo modifican los nombres de los fulanitos de turno y listo, una nota más para rellenar la hora y pico que dura el noticiero.

Ayer rogaba que se hubieran olvidado de la paparruchada pero como no podía ser de otra manera salió al aire nomás.

PD1: Creo que hay parejas que eligen ese día a propósito para salir en el noticiero.
PD2: Alguna vez los periodistas podrían ser originales e ir a hacer la nota al aeropuerto, ¿o acaso la gente que se embarca no merece sus 2 minutos de fama también?