lunes, 30 de diciembre de 2013

Otro año

Mientras espero que se cargue el especial de Navidad de Downton Abbey, y porque no tengo nada mejor que hacer, voy a ver qué tal me fue con las "resoluciones de año nuevo" que hice el año pasado:

-Irme de vacaciones: sí, y dos veces (en febrero y en diciembre - por supuesto que ya estoy con ganas de irme de nuevo), y las dos a Brasil.

-Cantar: sí! Rachmaninov, Verdi, Queen! No puedo pedir más.

-Seguir tocando: no. No tuve ganas pero hace poco empecé a extrañar así que probablemente retome en marzo o abril.

-Hacer actividad física: sí! Pilates, que me gusta mucho.

-Aprender francés: más o menos. Aprendí muuuuy poco, quiero hacerlo sola pero no tengo ni la constancia ni la paciencia. A ver si junto fuerzas para el año que viene y voy a algún lugar a que me enseñen.

-Curarme la fobia al avión: mmmm no sé si me curé, pero por lo menos me animé a hacerlo, drogas legales mediante. Me di cuenta de que mientras más uno viaja menos miedo se siente, así que tendré que viajar más veces y más lejos para terminar de curarme.

-Hacer amigos: ¿conocer gente vale? Siento que puedo llegar a ser amiga de algunos de ellos.

-Salir más: no. Creo que nunca voy a poder manejar este punto.

-Sacar fotos: .

-Ser más feliz: lo fui más o menos hasta mayo, después empecé con mi maldito trastorno de ansiedad que me cagó gran parte del año, y además se murió mi perra. Afortunadamente empecé de nuevo terapia (otra distinta a la anterior) y mejoré mucho, y por ahora, con eso me conformo.

Les regalo una frase que leí hace poco:

"Que el mejor día de tu pasado sea el peor día de tu futuro".

¡Feliz 2014!

viernes, 6 de diciembre de 2013

Casamiento: cómo terminó la película

Cuando en un post anterior conté que mi amiga me había "invitado" al casamiento, en realidad debía haber dicho que me avisó por Facebook que se casaba (no dijo cuándo) y me pidió el teléfono para organizar cuándo vernos y darme la tarjeta.

Pasaba el tiempo y no tenía novedades. De repente, surgió la posibilidad de hacer un viaje el fin de semana largo de noviembre. Estuve dudando si aceptar o no, porque según algunos comentarios que había leído, en esa fecha era el casamiento de Eve. "Cómo no voy a ir, pasamos tantas cosas juntas, no me lo quiero perder, voy a quedar mal si no voy... pero ya falta poco y todavía no me dio la tarjeta, si yo le importara ya lo habría hecho, ¿cuántos años hace que no nos vemos?, cuando estoy mal no puedo contar con ella, cuando estoy contenta no lo comparto con ella, ma sí, me voy de viaje".

Días después me llegó un sms de Eve diciendo "me gustaría DE UNA VEZ POR TODAS darte la tarjeta". Bueno, keep calm, sos vos la que no te contactaste antes.  En fin, no pudimos ponernos de acuerdo en un horario para vernos así que me pasó los datos por mail. Efectivamente, se casaba en la fecha que yo iba a estar de viaje, así que le escribí muy apenada porque no iba a poder asistir, a lo cual respondió con una sola línea "qué pena, que disfrutes tu viaje, seguramente nos veremos más adelante". No sé para qué me apené tanto. Seguramente no nos volveremos a ver.

Si esto fuera una película, la escena final serían imágenes alternadas de ella casándose y divirtiéndose en su fiesta, y yo en pijama comiendo un lomito frío en una habitación de hotel. Pero contrariamente a lo triste que pueda parecer mi situación, lo pasé muy bien, y no creo que hubiera podido decir lo mismo si asistía a la fiesta.