lunes, 29 de junio de 2009

Elecciones

En la mesa que me tocaba votar ayer un cartel indicaba "desde PAD hasta ZUR" y más abajo aclaraba "Padilla Fulanita del Valle - Zurita María Menganita". Mientras hacía cola llegó una vieja preguntando "¿alguna de ustedes tiene la letra S? porque me mandaron para acá pero no veo que esté la S...". Alguien le aclaró el significado de "desde-hasta" y que su apellido estaba incluido, y pareció quedar conforme, mientras la de adelante mío contaba que su hija le explicó que como su apellido empezaba "Pe", que va después de "Pa", le correspondía votar en esa mesa. Otra vieja acotó "no sé, en una mesa más adelante está la D, pero acá también, dice P-A-D...". Una cuarta vieja, cuando ya estábamos llegando a la mesa preguntó "¿acá es la G? porque hace una hora que estoy haciendo cola, ya veo que me equivoqué, nunca me había pasado esto". Entré al cuarto oscuro y no sé qué habrá pasado con esta señora, pero mientras me volvía a mi casa pensaba: ¡cómo podemos pretender que la gente vote bien si ni siquiera saben el abecedario!

viernes, 26 de junio de 2009

Nostalgias de la época pre-internet

Ayer, hojeando una revista en la sala de espera del médico, me recordé a mí misma muchos años atrás, en ese mismo lugar, arrancando una página de una de esas revistas para quedarme con la foto de algún actor o cantante. Recordé la sensación de tener esa foto que nunca había visto y que no iba a poder conseguir en otro lado, y pensé en cuánto han cambiado las cosas, y en cómo ese acto furtivo dejó de tener sentido.

La adolescencia ahora no es tan emocionante. Tipeás unas letras, enter, y listo. En 5 segundos tenés todas las fotos de tu ídolo. Nada de esperar a que te compren esa revista que trae un poster.

Estas cavilaciones me llevaron a otro aspecto de mi adolescencia que, tratándose de mí, obviamente ocupaba más tiempo y espacio en mi vida que los cantantes de moda: las tareas del colegio.

En el año '94, hacer una monografía era todo un acontecimiento. A tal efecto, mis fuentes de consulta eran un diccionario enciclopédico no muy bueno (pero que me salvó la vida en varias materias), algunas Billiken/Anteojito viejas, manuales del primario, y en el mejor de los casos, para información actualizada, las revistas "Nueva" que venían los domingos con el diario, y de las cuales llevaba un registro por tema. La biblioteca de mi colegio no tenía demasiado para ofrecer, y en un par de ocasiones en las que necesité imágenes de Australia y Noruega, tuve que ir a un negocio de revistas usadas a ensuciarme las manos toda una tarde hasta poder conseguir lo que buscaba. Ni les cuento cuando tuve que dibujar el mapa del relieve de Asia; creo que para poder presentarlo en noviembre tuve que empezar en agosto.

¿Cómo funciona ahora la cosa? Nuevamente, tipeás unas letras, enter, y listo. Wikipedia te da al instante lo que a mí me llevaba más de una semana. Lo más de vanguardia a lo que pude acceder durante el secundario fue una enciclopedia en CD estilo Encarta (que encima estaba en inglés) y una máquina de escribir (de las comunes).

Sin embargo, a pesar de lo simple que parece ser ir al colegio en ésta época, los chicos son cada vez más brutos. O precisamente por eso.

lunes, 22 de junio de 2009

A pesar de que...

... cuando me llamó para arreglar (es una manera de decir) me dijo "oíme, te paso a buscar a las 11", sin darme oportunidad de sugerir otras opciones ni preguntarme si me parecía bien,

... no me gustó físicamente,

... me invitó a la hora de la cena pero quería ir a tomar "unos tragos",

... yo estaba vestida toda delicadita y me quiso llevar a una fonda en el paseo de los artesanos, y por si me quedaban dudas me aclaró "no es muy lindo el lugar pero tiene su onda",

... a esta altura ya sabía que no lo quería volver a ver,

... insistía en hablar de vinos, deportes y viajes, temas que no me interesan para nada,

... me aburrí tanto que tuve que contener los bostezos frente a su ligeramente acromegálica cara...

A pesar de todo eso, levemente me molestó que no me volviera a llamar. ¿Qué pensará de mí? ¿Qué no le habrá gustado? ¿Por qué, qué tengo de malo? :(

A nuestro amigo en común, el que nos presentó, no me animo a preguntarle.

jueves, 18 de junio de 2009

Pegame pero llamame Silvina

Me provoca mucha ira que me cambien el nombre. Que un profesor tome lista por primera vez y lea "Silvana", vaya y pase, pero que gente que me "conoce" hace meses me diga así realmente no lo tolero. Me parece una falta de respeto. Una vez, en mi fiesta de cumpleaños, un compañero le dijo a mi hermana "a tu hermana le digo Sil porque nunca me acuerdo cómo se llama", y trabajábamos juntos hacía más de un año. Se hubiera merecido que lo sacara a patadas del lugar por pelotudo.

(Acá se me borraron las imágenes de mails en los me escriben "Silvana", y no tengo ganas de buscarlas de nuevo)

A toda esta gente tonta les dejo un saludito a lo Luis D'Elía en Gran Cuñado: LOS OOOOOOODIO!

PD1: No me pasa sólo a mí. Lean acá las anécdotas de una tocaya.

PD2: Reconozco que a veces tengo problemas con Amalia/Amelia, pero por lo menos lo pienso bien y digo/escribo el nombre que corresponde a la persona a la cual me estoy dirigiendo.

martes, 16 de junio de 2009

Empezando la semana

  • Como esta mañana hacía mucho frío me puse guantes. Reacción de uno de mis compañeros al verme: ¡Juajjuajuajua! (se agarra la panza para reirse) ¡No puede ser! ¡Juajuajua! ¡Te voy a sacar una foto! ¡Jojojojo!. No le veo la gracia.

  • Mi jefe me pidió que le saque turno para hacerse unos análisis. ¿Con qué cara le digo que tiene que llevar la primera orina de la mañana?

lunes, 8 de junio de 2009

Premio y rarezas


Mi colega bloggera Ene Delaa me otorgó este premio tan bonito (además dice que soy ingeniosa, gracias!) que consiste en "escribir 7 cosas extrañas, raras o diferentes de ustedes y otorgarlo a otros blogs de mujeres".

La primera parte fue relativamente fácil, ya que rarezas tengo miles, pero me costó elegir sólo siete, y otras son tan raras que son impublicables (creo que acabo de inventar una palabra). Además, me gusta ser rara, y que me lo digan es casi un piropo.

Acá van algunas de mis cosas extrañas, raras, diferentes:

1) Soy extremadamente quisquillosa con la comida. Nada me gusta, todo me hace mal, desconfío de todo lo que no cocine mi mamá, mi hermana o mi abuela. Paradójicamente, no sé cocinar. Algunos me aconsejan que me case con un chef, pero yo creo que el día que me case (si ese día llega antes del juicio final) voy a aprender a la fuerza, ¿cómo voy a confiar en lo que prepara alguien que no es de mi familia? Ah, también me cae mal la gente que dice "a mí me gusta comer bien". No sé, comer no es un gusto, es una necesidad fisiológica.

2) Hablo con los perros como si fueran humanos. Y no sólo con los conocidos, le hablo a todos los perros que me cruzo por la calle.

3) No sé nadar y me da miedo aprender.

4) Novio, lo que se dice novio, nunca tuve.

5) Me gusta Tinelli y voté a Menem en el 2003, y no me da vergüenza confesar ninguna de las dos cosas.

6) No puedo escribir. No sé si es por usar tanto la computadora o qué, pero aparentemente me olvidé de escribir a mano. Se me cae la lapicera, no sé cómo agarrarla, me sale una letra ilegible, empiezo en un renglón y a las tres palabras ya estoy cuatro renglones abajo. A veces no puedo ni firmar el cupón de la tarjeta de crédito. Debo tener alguna falla en la motricidad fina porque al escribir en un pizarrón, por ejemplo, al ser trazos más grandes no tengo problema.

7) Los defectos que tienen todas las mujeres yo no los tengo. ¡Ja! Eso me dijo mi último "enamorado" hace como dos años. Él se refería a que hablo poco y no me gusta salir de shopping, entre otras cosas. Pero es verdad, las cosas de las mujeres que a los hombres les molestan yo no las tengo. However, sigo sola.

La segunda parte del desafío lo cumplo a medias: sólo va para Clau y Amelia, porque creo que todos los blogs de mujeres ya han pasado por esto, pero igualmente se lo dedico a todas las chicas que tengo linkeadas acá al costadito.

miércoles, 3 de junio de 2009

¿Cuál es el colmo...

... de una editorial que ofrece los servicios de corrección de textos?
Que su propio sitio web esté lleno de errores.

Hace un tiempo salió un aviso en el diario en el que solicitaban correctores y me tentó la oportunidad de ganar unos pesos extra haciendo algo que me gusta. Mientras pensaba qué poner en el CV, pasé por el sitio web de la editorial para conocer un poco más de qué se trataba.
Grande fue mi sorpresa (y decepción) al encontrarme con cosas como éstas:


Y me faltó subrayar "reciben", que inexplicablemente está en plural.

Y dale con lo de idóneos (encima "completamente", no me quiero imaginar como sería si fueran "semi-idóneos"). Vemos además que faltan acentos y sobran redundancias. Pobre autor, cuando le devuelven la prueba de galera el texto está peor que antes.

¡Entre sujeto y predicado no va coma!


Otra vez la coma. ¿Pliegos cocinados? Haciendo que se logre me hace ruidito. Todo muy lindo, muy digno, mucho esmero, pero te duelen los ojos al leer textos así.


"Nos hemos dedicados, señor Homerus". Acá hay errores de todo tipo, tantos que no tengo ganas de detallar. No dudo que nadie trataría un libro tan mal como acá.

Mal.

En fin, como si no hubiera sido lo suficientemente caradura como para postularme sin tener experiencia ni título acorde (aunque no sé por qué el título, el escribir bien no depende de eso), me animé a más y en el mail les señalé varios de estos errores, en parte para hacerles notar lo brutos que son, pero también porque no tenía otra manera de demostrarles que estoy capacitada para hacer el trabajo.

Como era de esperar, nunca me llamaron. Lo más lamentable es que tampoco corrigieron los errores.