martes, 2 de septiembre de 2008

La vida te da sorpresas

Es verdad que aparece cuando no lo estamos buscando o en el momento menos esperado. Bueno, quizás exageré un poco, porque a continuación no voy a contar que conocí al amor de mi vida ni mucho menos. Lo que sí les puedo decir es que cuando el otro no nos gusta, o cuando ni siquiera estamos esperando que nos guste, nos relajamos, nos mostramos tal cual somos, podemos hablar sin decir tonterías por culpa de los nervios, y lo mejor es que, si tenemos suerte, de ahí puede surgir algo interesante.

Prometí que no iba a volver a hablar de mi cumpleaños pero debo hacerlo para contextualizar el relato. Claudia, una ex-compañera de trabajo, me preguntó si podía invitar a P., que también había trabajado con ellos antes de que entrara yo. Como al pibe yo lo había visto un par de veces le dije que sí, nunca está de más extender mi red de relaciones. Claudia me aclaró "pero ojo que se peleó con la novia y es muy seductor". No habría nada de malo en eso, lástima que el chico no me gustaba.

P. fue uno de los primeros en llegar, así que tuvimos oportunidad de hablar bastante. No sólo en algún momento trabajamos en la misma empresa, sino que además es amigo de M., mi ex. Algunas bromas al respecto y punto. Después empecé a hablar con otros invitados y no le presté mas atención.

En un momento, mi hermana me dice "y qué onda con este chico? no te parece? estuve hablando con él y es un chico bien, no te gusta?". Mi amiga Eve asintió. A mí hasta ese momento ni se me había ocurrido, pero me puse a pensar y la verdad es que me había caido bien, no es feo, tiene mi edad y está soltero!!!!!!!! Así que como buenas adolescentes que somos nos fuimos haciendo las tontas, cambiando de asiento, hasta que me quedé en el sillón al lado de él.

Me contó que hace 4 meses su novia, con la que estuvo durante 9 años, lo dejó de un día para el otro, sin que hubiera indicios que lo anticiparan y sin mayores explicaciones que el famoso "estoy confundida". Dice que sufrió mucho, que la esperó, pero que no piensa darle otra oportunidad si es que ella decide volver. Después yo le hablé de mí y de M. Como buen amigo, él no me dijo nada, salvo que "yo sé que vos le gustabas mucho" y "pero no te merecés estar con alguien con compromisos, buscate algún soltero". Lo más importante, y que no es frecuente en la actualidad, es que P. tiene ganas de una relación estable, no está buscando mujeres para pasar el rato o para vengarse de la ex.

Cuando empezamos a bailar, obviamente lo busqué a él. Me sentí muy cómoda. Cuando nos acercábamos más sentía unas cosquillitas muy agradables que había olvidado hacía rato.
La noche terminó con P. acompañándome a mí y a mi hermana a tomar un taxi. Cuando lo dejamos en su depto le dije que había sido un gusto y que otra vez que nos juntáramos lo íbamos a invitar. Él me respondió "dale, después el pido tu mail a M. así chateamos".

Relatados los hechos, en el próximo post las reflexiones.

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