lunes, 9 de noviembre de 2015

Derecho a voto

Hace unas semanas, con motivo de las elecciones presidenciales, una bloggera/twittera que vive en el exterior publicó una foto en la que se mostraba yendo a votar a la embajada argentina. En ese momento me molestó: ella y su marido viven hace diez años en un país hermoso, y según puedo deducir de lo que escriben, no creo que vuelvan a la Argentina en un futuro próximo. Mi opinión es que personas en esa situación deberían abstenerse de votar, ya que no se han bancado lo que nos bancamos nosotros, no viven el día a día en este país, y gane quien gane ellos van a seguir viviendo en el primer mundo. En ese momento no comenté nada porque imaginé que me iba a responder: "es mi derecho", "sí estoy informada de lo que pasa en mi país", "aunque yo esté lejos tengo a mi familia y amigos", y más blabla que iba a generar una discusión difícil de seguir en Twitter. Simplemente lo comenté con mi familia en el almuerzo y coincidieron conmigo.

Esta mañana, supongo que debido a comentarios que le deben haber hecho, ella escribió un tuit reafirmando su derecho a votar ya que se informa mucho acerca de lo que pasa en el país. Esta vez no me aguanté y le contesté:

- Si hace más de dos gobiernos que no viven en el país ni piensan volver durante el próximo, no me parece bien que voten. (Bueno, capaz el "no me parece bien" no era la mejor manera de decirlo, pero en el apuro no se me ocurrió otra cosa).

No me contestó ella, sino el marido, y se dio más o menos la siguiente conversación:

Él: -Uno sigue siendo argentino esté donde esté
Yo: -Pero los que vivimos la realidad somos los que estamos acá, por eso el que está afuera no debería opinar
Él: -La realidad es una sola y si querés la ves desde cualquier lado
Yo: -Una cosa es verla, saber, informarte, y otra es vivirla
Él: -Para mí no, soy muy conciente de la realidad argentina. Y estás proponiendo voto calificado.
Yo: -Lo que digo es, para qué votás si no te va a afectar quién gane o pierda. Vas a seguir allá. A menos que votes a alguien que te garantice que vas a poder volver y vivir de tu trabajo
Él: -¿Cómo que no me afecta? ¿Creés que no tengo familia, amigos, que nunca más voy a ir?
Yo: -Dejá que tus amigos y familia decidan a quién votar
Él: -No decido por ellos, decido junto a ellos. Y no me fui porque me fuera mal. Si quiero vuelvo mañana mismo y puedo trabajar.
Yo: -Con más razón entonces. Te fuiste y seguís allá porque te gusta más, y opinás quién tiene que gobernar acá. Si yo viviera en otro lado no me daría la cara para opinar.
Él: -Estarías en tu derecho, si vivís en el exterior no es obligatorio votar, pero dejame ejercer mi derecho sin cuestionarme.
Yo: -Es mi opinión. Creo que, tal vez, si estuvieras en mi lugar, verías las cosas de otra manera.
Él: -Ok, quizás sí, lo más probable es que no.

Y luego la conversación terminó amistosamente, De cualquier manera, no me va a hacer cambiar de opinión. No es que yo busque el voto calificado, no creo que el que viva afuera no sepa y por eso no deba votar, de hecho esta persona seguramente está más informada que yo acerca de los antecedentes y propuestas de los candidatos, pero no me parece justo que alguien desde la comodidad y la belleza de un país perfecto decida sobre el futuro de un lugar en el que no le conviene estar. 







17 comentarios:

Dayana dijo...

Creo que los dos tienen un poco de razón.

Por un lado el derecho a voto es una ley, por lo tanto guste más o menos si quieren votar pueden hacerlo, de la misma manera que podría votar yo en el consulado italiano por tener doble ciudadanía (y que no hago porque jamás estuve en Italia ni estoy al tanto de su realidad. Bah, tampoco es que me importe).

Por otro tenés razón en que por mucho que le cuenten familia y amigos, es una información secundaria, no es "recogida en el campo" como dicen los investigadores. Es como si alguien que se va de vacaciones a X país pudiera opinar sobre él igual que el que ha vivido ahí toda su vida.

Finalmente, también hay dos cuestiones que me gustaría destacar:

- Las vidas perfectas que se cuentan en Internet.
Si todos fuéramos tan felices y los países del primer mundo fueran tan ideales como decimos on line no sé de qué vivirían jueces, abogados, psicólogos y policías. Y de esos hay en todo el mundo.

Entre el dicho y el hecho hay un larguísimo trecho que obviamente nadie muestra. No sabés si un día muestran foto de sushi y luego por tres semanas comen solo el arroz, o si atrás de la pareja feliz hay más cuernos que en una muestra de la rural.

Yo creo poco en las felicidades expuestas y, más bien, las pienso como fachadas de una realidad no tan glamorosa. Después de todo, para qué gastaría uno tiempo en mostrar algo "normal" en su vida. Para llevarlo a un tema de la realidad, miralos a Pampita y su marido (dicho sea de paso, ¿qué le ven a Vicuña aparte de la fama?). Mucha foto. mucha sonrisa y al final la pasaba como a un poste con cuanta mina se le cruzaba. Nada más democrático que los cuernos.

- Por otro lado, también te cuento mi experiencia con familiares viviendo afuera, unos en España y otros en EEUU.

La de España me contaba que sufrió muchísimo todos estos años, que muchas veces tuvo ganas de volverse, sobre todo antes del nacimiento de su hija. Nunca llegás a "ser de allá" y por momentos cuando te fuiste dejaste de "ser de acá". Es como si hubiera un estado intermedio de ser y no ser, que no siempre es fácil de asimilar y es una lucha del día a día.

Dependiendo de la posición económica, la familia que se tenga en uno y otro lado, los objetivos de vida y otra serie de cuestiones, puede ser más fácil o difícil adaptarse.

Ahora se volvió y está aún acomodándose a la nueva realidad, pero desde otro lugar emocional.

En el otro extremo, mis parientes de EEUU viven en la fachada y, pobres, se les nota. Quieren ser yankies y al estar muy lejos del aceptable "rubios y de ojos celestes", son vistos por los "verdaderos" americanos como unos inmigrantes más (de hecho les molesta cuando les preguntan si son de origen mexicano. En vivo suena mucho más facho de lo que cuento acá, te lo aseguro).

Y como si eso no fuera suficiente, denigran todo lo que viene de Argentina en su afán de pertenecer y de encajar.

Es por eso que opté por no tener más relación que la imprescindible y cordial. Creo que no me aportan nada con esa visión tan sesgada. Y para ser sincera, vivo mucho mejor yo acá que ellos allá (cosa que les enferma, como varias veces han demostrado). Y lo mío no es cuestión de riqueza, que por cierto no tengo; es cuestión de haber tomado mejores decisiones (la de haber estudiado, no haberme casado ni tenido hijos hasta ahora, mientras ellos decidieron casarse a los 20, tienen 4 críos y tienen que salir a parar la olla de lo que venga).

Resumiendo: a nadie le gusta mostrar la hilacha y por eso no escribo un post sobre las goteras que tengo en mi cocina :D

JLO dijo...

difícil el tema... este país es el mas bello de todos, eso no lo discuto, pero creo que todos tienen el derecho de votar si lo pienso detenidamente... un voto a (su)futuro, por ideología, por lo que sea... en fin, no me paree mal .... y también estoy de acuerdo en que a veces molesta por lo que vos decís....

en fin, que este 22 sea para bien entonces..... beso!!!!!!

Unknown dijo...

Bueno como expatriada que decidió no votar te puedo decir lo siguiente.
Yo decidí que no quería votar porque no quería decidir el futuro de un país en el que no vivo, me da igual si vuelvo, me da igual que mi familia esté ahí, porque si vuelvo votaré cuando me corresponda o si lo planifico bien votaré antes de ir pero con la certeza de que 'sufriré' el gobierno que yo elija, y mi familia también vota y decide lo que ellos quieren, de hecho quizás hasta votaría distinto a mi familia, con lo cual esa razón me parece poco válida.
Creo que cada uno tiene derecho a elegir votar o no votar estando en el extranjero, yo decidí que no quería votar porque no vivo ahí, no quiere decir que no me importe, pero lo que decidan los gobiernos electos no me va a afectar directamente y no considero que yo deba con mi voto modificar algo que no me afecta directamente.
También es verdad que en España vi como en Galicia durante muchos años el voto de Buenos Aires podía cambiar una elección, y me parecía patético, gente que hace mil años se fue o que quizás nunca llegó a vivir en España, decida el futuro de toda una región??? No me parece justo. Me parece respetable pero no justo.
Por eso te entiendo pero también entiendo a quien decide votar estando fuera, cada uno tiene sus motivos y la ley te ampara a ello.
A mi me parece difícil interpretar con exactitud lo que pasa en Argentina, leo el diario todos los días (diferentes diarios) me llegan opiniones de ambos bandos (K y anti-K), tengo familia metida en política de ambos bandos, tengo amigos ultra-K y amigos super anti-K. O sea aún viendo las dos caras de la moneda, sigo sin tener en claro las cosas, y eso hace que no me sienta capacitada para emitir un voto. Creo que un gobierno te afecta directamente en tu vida diaria, y a mi me afecta por terceros, no afecta mi trabajo lo que decida Cristina o Macri o Scioli, no afecta mi salud, afecta la de terceros que han tenido derecho al voto. Porque uno vota por sí mismo no por un familiar. Y por último, estar en Europa no te hace más o menos argentino, cada uno tuvo sus razones para irse, y cada uno tiene sus razones para no volver. Yo soy argentina y española, y quiero a los dos países y quiero que los dos países estén bien, no me hace gracia ni me hace sentir bien que acá haya mejores trenes, a veces los comentarios los hacemos por la rabia que da que allá no esté como podría estar. Pero eso es tema para otro post.
Besos!

Sil dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Hola Sil,
este tema es un tanto complicado. Te contaré mi experiencia. Soy española y durante 4 años viví en Alemania. Dejar a atrás tu vida, tu familia y tus amigos no es cosa fácil. Como apuntan más arriba, cuando estás en otro país eres un extranjero y en casa (cuando pasan los años estando fuera) también te ven como un extranjero porque no estás en el día a día de tu país. No eres ni de aquí ni de allí.
Yo voté a las elecciones generales de España estando en Alemania. Nunca dejé de informarme sobre lo que pasaba en casa y busqué los programas políticos de los candidatos para así decidir qué elección era la mejor para mi país. La tierra tira mucho.
Otra cosa es que tengas doble nacionalidad y no hayas pisado nunca el otro país. En ese caso, te doy la razón, debería estar prohibido y todo ;)
Un beso muy grande

Ashiku dijo...

Yo creo que si te fuiste, pero si algo te motiva para mantenerte informado de lo que pasa en tu país original, y para tomarte la molestia de ir a la Embajada el día de las elecciones, evidentemente hay una historia que no está cerrada, una herida abierta y un compromiso con el país que se sigue sintiendo vigente. Ayudar a que mejoren las cosas que nos expulsaron? Sentir que se está viendo claro desde afuera y así se puede colaborar? Por qué no? LA ley lo admite, y por algo que lo justifica. Yo no sólo no lo veo mal, sino que en cierto sentido me emociona que les interese tanto el tema como para ir a votar ese día y hasta lo agradezco, como ciudadana, como gesto, y sin saber siquiera para qué lado va el voto.

Sil dijo...

Erica: Hola Erica, gracias por contar tu experiencia. Supongo que cada caso es diferente, por qué te fuiste, qué tal te has adaptado al nuevo lugar, cuándo vas a volver, etc. En tu caso lo entiendo y no me parece mal tu decisión de votar. Saludos!

Ashiku: El post lo escribí basado en lo que percibí de ciertas personas, que me parece que hacen la historia del voto para "mostrarse" comprometidos con el país. No se los ve muy heridos y por lo que me han dicho no hay nada que les impida volver. Pero no sé, yo nunca viví afuera, a lo mejor en esa situación me comportaría igual. Repito, no estoy en contra de la ley, pero una cosa es estar fuera uno, dos, tres años, y otra cosa son más de diez. Qué se yo.

Ashiku dijo...

Vos lo escribiste influenciada por tu conocimiento de la gente en cuestión, yo lo veo desprejuiciadamente, en un sentido general.

Me conmueve un poco porque yo sí estoy segura de que si me fuera, cortaría el pasado con una tijera, no miraría atrás ni para saludar, no me interesaría por nada de lo que dejé, salvo los amores claro, y el día de las elecciones me tomaría un vinito. Para mí, si te vas, cortás con todo, sino no se puede o se sufre más.

Ashiku dijo...

Pero.. qué querés que te diga: la ley admite hacerlo y ellos tienen ganas de hacerlo. Qué más se puede decir? Nos bancamos el voto por el pancho, por la zapatilla derecha, el arrastre del voto sábana, el voto pagado, nos bancamos el voto cuotadeheladera y el deseperanzado, bien podemos encajar los votos desde la distancia que, al menos sabemos que no responden a morfarse un choripán sino a un interés distinto. Tampoco van a mover la aguja de la balanza.

Sil dijo...

VUELVO A PUBLICAR UN COMENTARIO EDITADO PORQUE UNO DE LOS ALUDIDOS SE OFENDIÓ POR ALGO QUE ESCRIBÍ

Dayana: cuando escribía el post pensaba justamente en unos conocidos míos, que tienen pasaporte italiano y votan en las elecciones italianas y realmente NO TIENEN IDEA porque de Italia no ven ni el festival de Sanremo, menos se informan sobre la política o la economía. Sólo votan porque pueden y para darse cierta "importancia". Yo no estoy en contra de la ley, sólo me molestan algunas actitudes de la gente.
Por otra parte, de estas personas de las que hablo en el post, por más que oculten cosas (más cuernos que en la rural! jajajaja), en lo que va del año viajaron por lo menos a 5 lugares distintos (Alaska, Finlandia, Japón...) y eso en Argentina no lo podrían hacer, con sólo un miembro de la pareja trabajando en un empleo común, tampoco podrían comprar tantos dólares ni les darían tantos días de vacaciones!! (..::Censored::..).
Son dos realidades distintas, el que se fue porque no le quedaba otra, no la pasa bien y quiere volver, y el que se fue por gusto y no vuelve ni a palos. Estos últimos son los que menos deberían opinar.

JLO: Pero si no tienen ninguna intención de volver qué les importa el futuro!! Tampoco creo que el voto de los que están afuera influya mucho así que no sé para qué me molesto...
Saludos!

Bel: Excelente comentario, gracias por tu visión "desde el otro lado". No sabía eso de Galicia. Qué injusto!
Saludos :)

Sil dijo...

Ashiku: tenés razón con tu último comentario.

E. dijo...

Totalmente de acuerdo: uno tiene que estar acá como un boludo, soportando día por medio que una mina lo rete por televisión y que le diga que es la antipatria y que todo lo que tiene es porque ella se lo dio y que tiene que arrodillarse y adorar, y de golpe vienen unos Ethan Hawke y la rubia esa del Primer Mundo y, como no tienen muchas ganas de irse a África a curar niños enfermos, deciden que lo mejor que pueden hacer para exorcizar su culpa de clase es ir a votar contra las horribles fuerzas de derecha que amenazan los grandes avances sociales que bla bla bla, todo el relato falaz que ya sabemos. Que vengan acá a bancarse día a día el chantaje, la inflación, la inseguridad, las psicopateadas, las mentiras, el atraso, los parches sobre parches sobre parches, el choreo impune y descarado, el eterno tomarnos a todos por boludos, la soberbia de quienes deberían ser nuestros empleados y se creen nuestros señores, y después sí, que voten y aplaudan el modelo cuanto gusten. Pero bueh... de momento que si votaran contra los oficialismos (actuales o futuros) tanto no me jodería, lo lógico es darles la razón. Mucho peor, como señalaron más arriba, el voto cautivo, el voto clientelar, el voto de ultratumba o el voto arriado desde el otro lado del Pilcomayo. Aunque hay que admitirlo: enfurece un poco que el destino de uno esté atado al arbitrio de gente que la lee plácidamente por los diarios. Si tanto les gusta este modelo, que además de votarlo lo banquen ellos con sus impuestos, no con los míos. De hecho, creo que todo se resume a esa simple pregunta: ¿pagás impuestos acá como para tener derecho a decidir quién es el que va a administrarlos? Porque es fácil votar chorros en Argentina si vos sólo aportás a las arcas suizas, ¿no?

PD. Perdón si estuve poco diplomático: en blog ajeno no se hace...

Sil dijo...

E.: como siempre, aplaudo de pie tu comentario. Dijiste todo lo que quería decir pero que no pude expresar porque no sé escribir. Con una sola cosa no estoy de acuerdo: no sé ni me importa a quién votan los que están afuera, no sé si apoyan a este modelo o si quieren que se vaya. Me molestaría igual aunque supiera que van a votar igual que yo porque, como bien decís, todo se resume en tu última pregunta.
Saludos y gracias por pasar!

LaAhorrativa dijo...

Tengo varias amigas extranjeras que viven hace años acá y como no se hicieron la ciudadanía no pueden votar, pero obvio que la elección presidencial las afecta y mucho. Por otro lado, hay una que vuelve cada tanto a su país a ver a su familia y conoce la realidad política de allá, porque no depende tanto de los candidatos sino mas bien si son de derecha o de izquierda, así que cuando hay elecciones en su país va y vota. Vota para que su familia esté mejor, vota por su ideología que la tiene y está muy convencida de eso, vota por sus amigos y por si alguna vez vuelve, para no encontrar su lugar destruido.

Dayana dijo...

Autocensurarte en tu propio blog? que se la banquen o se vengan a vivir acá, a ver si son tan valientes :P

Sil dijo...

La Ahorrativa: no sé, no me termino de convencer. A menos que te hayas ido a la fuerza, y quieras con muchas ganas volver, y que con tu voto puedas cambiar algo para que puedas hacerlo, no le veo sentido. "Me fui porque tuve ganas y me quedo porque me parece más lindo", bárbaro, pero no te metas con lo que pasa acá.

Dayana: Me dio mucha bronca tener que autocensurarme, porque no di nombres y lo que dije era, si se quiere, un chiste, y porque esta persona jamás había comentado mi blog, solamente lo hace para reclamarme eso, pero bueno, no quiero estar "enemistada" con nadie, ni siquiera con gente que no conozco personalmente.

MiNa dijo...

Llegué aquí de rebote y sólo diré una cosa (habiendo vivido en un país de primer mundo y viviendo actualmente en México, mi país, muy lejos del primer mundo):

Ningún país es perfecto.