Como ser social estoy cada vez peor. Me quejo de que no tengo amigos, de que nunca salgo a ningún lado, pero en los últimos días, cada vez que surgió algo busqué una excusa para no moverme de mi casa:
- Una juntada del coro, a la que no fui porque a la media hora empiezan a guitarrear zambas y chacareras mientras circula el fernet en botellas cortadas y yo quiero salir corriendo o pegarme un tiro en las orejas para no escucharlos más.
- Un asado en el campo con mis compañeros de trabajo, al que no fui porque iban todos con cónyuges e hijos y no me interesa conocerlos ni mucho menos pasar tiempo con ellos.
- El cumpleaños de una de las pocas amigas que tengo, al que no fui porque llovía mucho y había riesgo de granizo y no ir en auto implicaba a la vuelta cagarme de frío y mojarme hasta intentar conseguir un taxi, lo cual no estaba dispuesta a hacer para pasar un par de horas encerrada en un boliche.
Ahora que lo veo por escrito me doy cuenta de que parezco una vieja solterona y gataflora, pero no lo puedo evitar. Me odio. Necesito terapia (de electroshock) urgente.

Al lado mío, un poroto.