A veces en la oficina el día se hace muy largo. El tiempo parece no avanzar, especialmente si no tenemos muchas tareas para hacer (en mi caso eso ocurre la mayoría de los días, ¿por qué creen que puedo ponerme a escribir estas pavadas si no fuera porque el trabajo no abunda?).
En una oportunidad recomendé un par de juegos para matar el tiempo ocioso. Ahora les regalo algo un poco más cultural: un piano virtual.
Si ustedes saben tocar el piano, no esperen encontrar en éste un sustituto; tiene sólo una octava y un poquito más y la velocidad de respuesta es un poco lenta, pero es entretenido probar los distintos ritmos y sonidos. Yo hasta le encontré un fin útil: repasar mis partituras de coro.
Eso sí, procuren usar auriculares y en lo posible no canten mientras tocan, a menos que estén solos en una oficina y bastante alejados del resto de sus compañeros (sabía que el aislamiento en mi trabajo alguna ventaja debía de tener).
2 comentarios:
that's really cute..wish i had one too.
Jojo, qué buenos vicios administrativos. ¿Después le explicas vos a mi jefe no?.
Ah, y me sonrojo por la recomendación. Gracias!
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